La crisis de la deuda, un obstáculo para el desarrollo global
Por Ana Lorena Mendoza Hinojosa/Ciudad de México.- Según el informe “Un mundo de deudas” publicado por la ONU, el pasivo público mundial ha alcanzado niveles alarmantes. En 2022, la deuda pública global llegó a la cifra récord de 92 billones de dólares, lo que representa un aumento significativo desde los 17 billones de dólares registrados en el año 2000. Esta escalada en el endeudamiento se ha atribuido principalmente a los esfuerzos de los gobiernos por hacer frente a la pandemia de COVID-19.
Lamentablemente, los países en desarrollo son los más afectados por esta carga de deuda insostenible. Según el informe, casi el 30% de la deuda pública mundial se concentra en los países en desarrollo, siendo China, India y Brasil responsables del 70% de esta cifra. Además, 59 países en desarrollo enfrentan niveles de deuda con respecto al producto interno bruto (PIB) que superan el 60%, y estos niveles están aumentando rápidamente debido a los altos intereses que deben pagar.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, advierte sobre la gravedad de esta situación y la califica como un “fracaso sistémico”. Para él, considerar estas deudas como algo que no representa un riesgo sistémico es un error, ya que afectan a más de 3.300 millones de personas en todo el mundo. Guterres sostiene que la crisis de la deuda está hundiendo a la mitad del mundo en un desastre del desarrollo.
Uno de los factores que agravan esta situación es la arquitectura financiera internacional, la cual dificulta y encarece el acceso de los países en desarrollo a la financiación. Según el informe de la ONU, el acceso inadecuado y costoso a la financiación es un obstáculo significativo para el desarrollo. Además, se destaca que el papel de los acreedores privados en la deuda externa de los países en desarrollo ha aumentado considerablemente en los últimos años. En 2010, los acreedores privados representaban el 47% de la deuda externa de estos países, pero en 2021 su participación se elevó al 62%. Esta tendencia es aún más preocupante en África y América Latina, donde la presencia de acreedores privados en posesión de deuda pública es especialmente alta.
El informe de la ONU hace hincapié en la necesidad de abordar esta crisis de la deuda de manera urgente y efectiva. Se requieren reformas en las instituciones financieras internacionales para lograr una mayor equidad y justicia en el sistema financiero global. Guterres ha abogado por estas reformas, pero hasta ahora no ha obtenido resultados positivos.
La crisis de la deuda plantea un reto importante para el desarrollo sostenible y el bienestar de las naciones. Es fundamental que los líderes mundiales y las instituciones financieras trabajen juntos para encontrar soluciones que alivien la carga de la deuda en los países en desarrollo y promuevan un sistema financiero más justo y equitativo, a través de un enfoque global y cooperativo.
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