La crisis de las pensiones en Francia
Por Ana Lorena Mendoza Hinojosa/Ciudad de México.- Francia enfrenta una nueva crisis de movilizaciones ahora por la reforma de pensiones que impulsa el presidente Emmanuel Macron y que estudia el congreso en medio de un rechazo contundente de los sindicatos que amenazan con endurecerse si no se retira el proyecto del gobierno.
La guerra de cifras sobre las más recientes manifestaciones van de las 750 mil personas que ha contado el Ministerio del Interior de Francia, a los casi dos millones que asegura la Confederación General del Trabajo han asistido a protestar contra la reforma.
El Parlamento francés tiene como fecha límite hasta marzo para determinar si la reforma de Macron transita o se descarta, mientras la presión de los trabajadores en las calles aumenta para intentar parar la iniciativa.
Las protestas por la reforma de pensiones que se llevaron a cabo a finales de enero reunió a más de 2 millones de personas, una cantidad superior a las movilizaciones de esta semana en medio del periodo vacacional.
Los sindicatos franceses han sido muy críticos con la iniciativa del gobierno, una reforma que aumenta la edad de la jubilación a los 64 años. Philippe Martinez, uno de los líderes sindicales más activos de la izquierdista Confederación General del Trabajo, ha dicho que si el gobierno sigue sin atender sus demandas, “tendremos que pasar al siguiente nivel”, que implica protestas “más duras, más numerosas e indefinidas”.
Por su parte, el líder de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo, Laurent Berger, luego de rechazar algunas propuestas del gobierno sobre aumentos a las pensiones más bajas, convocó a una nueva movilización masiva para este sábado.
“Estas concesiones son sólo parches; aumentar la jubilación legal a 64 años es el núcleo de esta reforma y es profundamente injusta. Es una insensatez democrática que el gobierno haga oídos sordos a la protesta”, dijo Berger.
El gobierno ha dado sus puntos de vista a través del ministro del Trabajo, quien ha negado que la administración de Macron minimice las protestas como asegura la oposición, y ha dicho que la reforma es necesaria. “El sistema de pensiones es deficitario y si nos importa el sistema, debemos salvarlo”, le dijo el ministro Olivier Dussopt a la prensa francesa.
Las consecuencias de la tercera jornada de protestas en Francia incluyen la alteración de los servicios de trenes y el transporte público en París y la cancelación de uno de cada cinco vuelos en el aeropuerto de Orly.
La Confederación General del Trabajo aseguró que el paro en el sector energético causó una caída de 4 mil 500 MW en la producción de energía, que se traduce en haber neutralizado cuatro reactores nucleares. Aseguran que también provocaron la caída en la producción en más del 75 por ciento de las refinerías de Total Energies.
La impopular propuesta del presidente Emmanuel Macron de elevar de 62 a 64 años la edad de jubilación para 2030 y aumentar para 2027 la edad del tiempo de cotización para una pensión de 42 a 43 años, que según su administración evitaría un déficit de más de 14 mil 500 millones de dólares en el fondo de pensiones para 2030, ha provocado un rechazo en dos de cada tres franceses.
Pero la crisis de las pensiones en Francia apenas comienza, pues el gobierno de Emmanuel Macron parece dispuesto a sostener su iniciativa en un contexto de movilizaciones que amenazan con paralizar el país.
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