Agencias / MonitorSur, CIUDAD DE MÉXICO .- Si existe una temporada de The Crown que cobra protagonismo a raíz de la muerte de Felipe de Edimburgo es la segunda. Fue la tanda de episodios que más se esforzó en elevar su figura como protagonista de la historia al indagar en su pasado, dudas y personalidad aventurera, convirtiéndolo en uno de los personajes más interesantes de aquellos inicios de la serie. Sin embargo, ese afán por exagerar e inventar eventos del pasado a favor de la dramatización de la historia de la familia real británica -que tanto se criticó a raíz de la incorporación de Diana de Gales en la cuarta temporada- ya apuntaba maneras desde entonces.
Y el recientemente fallecido Felipe de Edimburgo fue de los más damnificados.
Si analizamos la segunda temporada como serie dramática no cabe duda que se trata de una verdadera joya narrativa gracias a la atención al detalle, el cuidado del relato, los diálogos disfrazados de segundas intenciones y el uso de flashbacks que permitieron que el espectador se empapara al máximo de la historia de Felipe, Isabel II y sus hijos en aquellas primeras décadas como monarcas. Sin embargo, si la observamos como serie basada en hechos reales, hay muchos detalles que no encajan y que han dado más de un dolor de cabeza a biógrafos e historiadores especializados en la Casa Real.
Se puede comprender que en muchas ocasiones la dramatización parte de la falta de información que permita rellenar conversaciones, diálogos o intensiones de sus protagonistas, pero en el caso de Felipe de Edimburgo la serie apostó por incluir detalles que daban un giro radical a su imagen e historia. Y no precisamente para bien.
Al parecer, según confesó la biógrafa Sally Bedell Smith a Mail on Sunday, el príncipe y consorte estaba “muy molesto” con algunas escenas “chocantemente maliciosas”, sobre todo a la hora de mostrarlo como un conquistador de mujeres o al sugerir que habría amenazado a la princesa Diana cuando le anunciaba sus intenciones de separarse de Carlos al final de la cuarta temporada.
Sin embargo, hubo una escena que llevó la historia personal de Felipe demasiado lejos. Ocurrió cerca del final de la segunda temporada, en el noveno episodio, cuando la serie retrataba el pasado juvenil de Felipe en un internado escocés en comparación con la experiencia de su hijo Carlos en el mismo lugar. Y según la biógrafa fue la escena “más escandalosa” para el príncipe fallecido el pasado 9 de abril a los 99 años, cuando su propio padre lo culpa de la muerte de su hermana en un accidente aéreo.
La secuencia en cuestión ocurre después de haber mostrado la cercana relación que Felipe tenía con su hermana “favorita”, la princesa Cecilia de Grecia y Dinamarca. La hermana estaba casada con un alemán asociado con el régimen nazi y por ello, en varias ocasiones de la segunda temporada, se refieren a las hermanas de Felipe como “las hermanas nazis” al vivir en Alemania a finales de los años 30. En la serie muestran que el joven príncipe iba a viajar al país europeo para estar con su hermana embarazada mientras su marido e hijos viajaban a una boda, sin embargo, Felipe era castigado en el internado tras formar parte de una pelea y debía quedarse en la institución sin poder viajar. Por ese motivo, según la serie, la hermana terminaba viajando con toda su familia siendo víctima del accidente aéreo que se cobró la vida de las doce personas a bordo, incluyendo el bebé al que habría dado a luz durante el vuelo.
La serie muestra a un Felipe dolorido y compungido que viaja hasta Alemania a asistir al funeral, reencontrándose con su padre, quien lo acusa de ser el culpable de la muerte de su hermana. “Tú eres la razón de que estemos todos aquí, enterrando a mi hijo favorito” le dice el padre en una secuencia de alto sentimiento dramático en donde también aparece la madre de Felipe, que había sido internada en un asilo en contra de su voluntad.
Sin embargo, no existe ninguna prueba que corrobore semejante encuentro familiar ni que señale a Felipe como el responsable de la muerte de su hermana. Según la biógrafa, ni fue el responsable ni hubo discusión al respecto con su padre como muestra la serie. “Cecilia murió en el accidente aéreo… es lo único que fue verdadero” dijo al periódico. “Todo lo demás fue inventado de forma chocantemente maliciosa”.
Según Bedell, fuentes cercanas al palacio le confesaron que la reina y su marido se negaron a ver la serie, pero que de todos modos habían hecho partícipe a Felipe de la secuencia mencionada, siendo algo “terriblemente doloroso para él”.
“Netflix debería disculparse y creo que incluir una advertencia es más necesaria que nunca” añadía en relación a la petición de que Netflix advierta a sus usuarios de que los hechos representados no están basados en la vida real.
Efectivamente, la escena en cuestión es el clímax principal del final de temporada que sirve para aportar una dosis de humanidad y victimismo al personaje de Felipe, pero a costa de inventarse un ataque familiar extremadamente cruel. Es cierto que Felipe tuvo una relación complicada con su familia durante su niñez, viviendo en el exilio, alejado de sus hermanas mientras su madre era internada por una supuesta crisis mental y su padre huía con su amante al sur de Francia. Pero, en resumen, la secuencia es una muestra de la exageración narrativa a la que recurre la serie con frecuencia para justificar los arcos dramáticos de sus personajes, dejando a un lado que se trata de personas reales.
Con información de la agencia ‘EFE’.
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