Agencias / MonitorSur, Veracruz.- Muchos empresarios y académicos italianos están presionando al Gobierno para que reabra las fábricas a fin de evitar una catástrofe económica, mientras el mundo observa cómo el primer país occidental en imponer el confinamiento va saliendo de unas medidas sin precedentes.
El mismo debate se está produciendo en todo el globo: ¿cuánto tiempo y con qué rigor pueden mantenerse las prohibiciones para combatir la pandemia del coronavirus antes de que se produzcan daños irreversibles, con empresas echando el cierre y sectores enteros de la población en paro?
Italia se enfrenta a uno de los dilemas más preocupantes, no sólo porque las medidas de confinamiento han durado más tiempo que en la mayoría de los países y tiene el mayor número de muertes del mundo, sino también porque el coronavirus ha golpeado con más fuerza en las zonas industriales del norte, que generan un tercio de su producción económica.
“¿Cómo puedo pagar los salarios si no gano dinero? ¿Cómo puedo mantener a los clientes americanos si no estoy en disposición de respetar los contratos” dijo Giulia Svegliado, CEO de Celenit, una empresa productora de paneles aislantes industriales con 50 empleados en la ciudad norteña de Padua.
Unos 150 científicos y académicos italianos han publicado una carta en el diario financiero Il Sole-24 Ore, propiedad del lobby empresarial Confindustria, instando al Gobierno a desbloquear la economía.
“Las consecuencias sociales y económicas presentan el riesgo de producir daños irreversibles, probablemente más graves que los causados por el propio virus”, rezaba la carta.
Roma impuso un confinamiento nacional el 9 de marzo cuando el coronavirus, que surgió en China, ya había matado a más de 460 personas. Dos semanas después, el primer ministro Giuseppe Conte anunció que las actividades no esenciales, incluyendo la producción de automóviles, ropa y muebles, tendrían que cerrar hasta el 3 de abril.
El número de muertos no ha dejado de crecer y ya asciende a más de 16.500. El Gobierno amplió las restricciones la semana pasada hasta el 13 de abril y se espera que las vuelva a prorrogar otras tres semanas.
Sin embargo, en el sábado se registró el menor aumento diario de muertes por COVID-19 en casi dos semanas, y la primera caída del número de pacientes en cuidados intensivos, alimentando las esperanzas de que la epidemia podría haber alcanzado un pico en Italia y centrando la atención en la siguiente fase de la crisis.
<h2>¿CUÁL ES EL PLAN?</h2>
La mayoría de los empresarios comprenden la necesidad de los aislamientos para salvaguardar la salud pública. Después de todo, si se levantan las prohibiciones antes de que se frene la propagación del virus, la población puede no tener confianza para salir de sus casas y dedicarse al comercio.
La Organización Mundial de la Salud instó el martes a los países a no levantar las restricciones prematuramente.
Pero lo que preocupa a muchos en Italia y en otros lugares es la aparente falta de planificación por parte de las autoridades sobre cómo levantar las medidas de forma segura, ya que los Gobiernos se enfrentan a un enemigo imprevisible, invisible y desconocido, y la orientación científica evoluciona semanalmente.
Aún así, las empresas de la tercera economía más grande de la zona del euro están presionando al Gobierno para que elabore una estrategia para una salida gradual del bloqueo.
“Espero que el Gobierno establezca normas estrictas de seguridad y nos dé la posibilidad de volver a trabajar”, dijo Stefano Ruaro, fundador de Sertech Elettronica, un productor de componentes electromecánicos, electrónicos y de software en Vicenza.
Hasta ahora, las autoridades han dicho que las restricciones laborales se levantarían probablemente por sectores y no por zonas geográficas. También se ha hablado de distanciamiento social, de un uso más amplio de dispositivos de protección personal como las mascarillas, y del fortalecimiento de los sistemas locales de salud.
Se ampliarían las pruebas y el “rastreo de contactos”, incluso con el uso de aplicaciones para teléfonos inteligentes y otras formas de tecnología digital, siguiendo los pasos de Corea del Sur.
<h2>“DAÑOS INCALCULABLES</h2>
Vicenza y Padua forman parte de Véneto, una de las regiones más afectadas de Italia junto con Lombardía y Emilia Romaña. La alta densidad de fábricas y los fuertes lazos económicos con China se han presentado como posibles razones del brote en la zona.
“Decimos esto en voz alta a las autoridades: “Dense prisa”, dijo Cesare Mastroianni, vicepresidente de Absolute, un fabricante de yates de lujo de Piacenza, en Emilia Romaña. “El confinamiento ya ha causado un daño incalculable”.
Los sindicatos han amenazado con ir a la huelga a menos que el Gobierno mantenga paradas las actividades no fundamentales. Proteger la salud está por encima de la riqueza, dicen, y aunque muchas empresas presionan por la reapertura de las fábricas, no van a poner en riesgo su personal.
“Tengo muchos pedidos pero no puedo reabrir mientras exista el riesgo de que los empleados se enfermen. Reabriré cuando los organismos responsables decidan lo que se puede hacer”, dijo Gaetano Bergami, fundador de BMC, un productor de filtros de aire para la industria automovilística con 100 empleados.
Con una previsible caída del producto interior bruto de Italia del 6% este año, según las previsiones de Confindustria, la deuda pública disparándose hasta el 150% del PIB y miles de personas pidiendo ayudas al Estado, crece la presión sobre Conte para que presente un plan detallado de recuperación.
“No podemos esperar a que todo pase. Si nos mantenemos cerrados, la gente se morirá de hambre”, dijo el exprimer ministro Matteo Renzi, líder del partido gobernante centrista Italia Viva, al periódico católico L’Avvenire.
<h2>PRUEBAS DE ANTICUERPOS</h2>
Las autoridades del norte de Italia han comenzado a realizar pruebas a los trabajadores sanitarios para detectar anticuerpos que puedan ayudar a identificar a los individuos con inmunidad al coronavirus. El objetivo sería permitir a las autoridades emitir “licencias” para que las personas con inmunidad probada al virus puedan volver a trabajar.
Franco Locatelli, el presidente del Consejo Superior de Sanidad de Italia, dijo que una prueba de anticuerpos fiable daría una mejor idea de la magnitud de la epidemia en Italia. Sin embargo, probablemente pasará otro mes antes de que las autoridades sanitarias puedan emitir recomendaciones sobre un plan de pruebas a nivel nacional, dijo Locatelli.
Algunos empresarios de la industria dijeron que estarían encantados de gastar su propio dinero para hacer pruebas en los empleados si eso ayudara a acelerar la reapertura gradual de sus actividades.
Roberta Mantovani, presidenta de Mantovanibenne, una empresa productora de cubos para excavadoras en Mirandola, en la región de Emilia Romaña, dijo que era partidaria de que los empresarios encargaran de someter a pruebas a los trabajadores.
Y no es la única.
“Estaría encantada de pagar la factura”, dijo la consejera delegada de Celenit, Giulia Svegliado. “Más que en contraer el coronavirus en el lugar de trabajo, el riesgo real es ser expulsado del mercado”.
Con información de la agencia ‘Reuters’.
