Agencias, Ciudad de México.- “Big John” es el esqueleto fósil del triceratops más grande que se ha encontrado, y el más caro. Fue descubierto en Dakota del Sur (EE.UU.) en 2014, pero, después de ser exhibido durante unos meses, salió a subasta y fue adquirido por un coleccionista por 6.6 millones de euros (unos 7.2 millones de dólares).
Ahora, un estudio publicado en la revista Scientific Reports, del grupo Nature, analiza las lesiones en el cráneo de este famoso ejemplar y concluye que pudieron haberse producido en un combate con otro triceratops hace aproximadamente 66 millones de años.
El triceratops (Triceratops horridus) es una especie de dinosaurio con tres cuernos (dos a los lados de la cabeza y otro en el morro, similar a los que exhiben los rinocerontes actuales) y una gran gala ósea, una plataforma situada en la parte posterior del cráneo parecida a un volante que rodea al cuello.
La función de esta masa ósea sigue sin estar clara.
Tradicionalmente se ha sugerido que este volante óseo era una defensa del animal contra las heridas de otros triceratops y, de hecho, la literatura científica popular a menudo muestra a estos animales enfrentados en combate.
Sin embargo, las teorías más recientes plantean que, dada la gran cantidad de vasos sanguíneos que irrigaban la piel de esa zona, esta pudo haber tenido una función termorreguladora o simplemente un cometido estético (para el cortejo sexual o mostrar dominancia).
En este estudio, el biólogo de la Universidad de Chieti-Pescara Ruggero D’Anastasio y su equipo examinaron este espécimen de triceratops conocido como “Big John”, que estaba situado en la formación geológica del Cretácico Superior llamada Hell Creeken, en Dakota del Sur.
Se estima que al morir, “Big John” tenía unos 60 años, pesaba cerca de seis toneladas y presentaba una lesión traumática en el cuello.
En su estudio, D’Anastasio constató una abertura similar al ojo de una cerradura en el hueso escamoso derecho.
La superficie ósea alrededor de la marca era irregular y presentaba depósitos de hueso en forma de placa, que, según los autores, podrían haberse formado tras una inflamación (posiblemente una infección).
El equipo también analizó las muestras tomadas de la parte más grande de la marca y encontró que el tejido óseo de alrededor era poroso y con muchos vasos sanguíneos en comparación con el tejido óseo más alejado de la marca, lo que para los autores sugiere que se trata de un hueso recién formado.
Además, encontraron pequeñas fosas conocidas como lagunas de Howship, que aparecen cuando un hueso se está remodelando.
Para los autores, estas características en conjunto indican que la marca fue causada por una lesión traumática, pero que el hueso se estaba curando en el momento de la muerte de “Big John”.
De hecho, sugieren que la lesión fue causada por el cuerno de otro triceratops y que ocurrió al menos seis meses antes de la muerte de “Big John”.
Conforme a estos resultados, los mecanismos que subyacen al proceso de curación en los dinosaurios parecen ser similares a los de los mamíferos, concluye el estudio.
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