Agencias / MonitorSur, Ciudad de México.- Por vez primera, se han llevado a cabo pruebas detalladas sobre una momia antiquísima intacta, conocida como “la momia de Turín”, y los resultados refuerzan la sospecha de que los antiguos egipcios ya dominaban técnicas de momificación unos 1.500 antes de lo que se aceptaba con anterioridad.
La investigación es obra del equipo internacional integrado, entre otros, por Stephen Buckley de la Universidad de York en el Reino Unido, y Jana Jones, de la Universidad Macquarie en Australia.
Fechada en alrededor de los años 3700 a 3500 a.C., la momia ha estado guardada en el Museo Egipcio de Turín (Italia) desde 1901, pero a diferencia de la mayoría de otras momias en museos, nunca ha sido sometida a tratamiento alguno de conservación, lo que proporciona una oportunidad única de practicarle análisis científicos precisos con los que averiguar cómo fue el proceso de momificación.
Se suponía previamente que la momia de Turín había sido momificada de manera natural por la acción desecante de la arena caliente y seca del desierto.
Usando análisis químicos, el equipo científico ha encontrado evidencias de que en realidad la momia pasó por un proceso de embalsamamiento, con un aceite vegetal, resina de conífera calentada, un extracto de planta aromática y una resina/azúcar vegetal mezclados juntos y utilizados para impregnar las telas funerarias con las que el cuerpo fue envuelto.
Esta “receta” contenía agentes antibacterianos, usados en proporciones similares a las de los productos empleados por los embalsamadores egipcios 2.500 años más tarde, en la época dorada del arte de la momificación.
Fuente: Science Directs.
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