Así lo reveló una investigación del medio británico The Times, que encontró que la plataforma sugiere a los usuarios cuentas, hashtags y grupos relacionados con la explotación sexual de menores, incluso cuando estos no han buscado ese tipo de contenido.

Según el reportaje, los algoritmos de Instagram detectan el interés de los usuarios en imágenes de niños y adolescentes, y les ofrecen más contenido similar, creando así una “burbuja” que los aísla de otros temas y los expone a material potencialmente ilegal.

Además, la investigación denunció que Instagram permite la creación de grupos privados donde los pedófilos comparten fotos y videos de menores, y se comunican entre ellos para intercambiar consejos, experiencias y contactos.

El medio británico alertó que estos grupos son difíciles de detectar y eliminar por parte de las autoridades, ya que utilizan códigos secretos y palabras clave para evitar ser descubiertos.

El director ejecutivo de Instagram, Adam Mosseri, pedirá que un organismo del sector determine las mejores prácticas para ayudar a garantizar la seguridad de los menores de edad en internet.

El impacto en la salud mental de los jóvenes

La investigación del Times se suma a otras críticas que ha recibido Instagram por su falta de control sobre el contenido que circula en su plataforma, especialmente el que afecta a los menores de edad.

En septiembre, el diario estadounidense The Wall Street Journal publicó una serie de artículos basados en documentos internos de Facebook, la empresa matriz de Instagram, que mostraban que la red social tenía conocimiento de los efectos negativos que tenía en la salud mental de los jóvenes, especialmente las niñas.

Según esos documentos, Instagram contribuye a aumentar la ansiedad, la depresión, el aislamiento social y el riesgo de suicidio entre sus usuarios más vulnerables, al exponerlos a imágenes irreales e inalcanzables de belleza, éxito y felicidad.

Ante estas revelaciones, Instagram anunció que tomaría medidas para mejorar la seguridad y el bienestar de sus usuarios, como limitar el tiempo que pasan en la aplicación, ofrecer más recursos para ayudarlos a lidiar con sus problemas emocionales y reforzar sus políticas contra el acoso y el abuso.

Sin embargo, estas medidas parecen insuficientes para frenar el avance de las redes de pedófilos que se aprovechan de los algoritmos de recomendación de Instagram para difundir su contenido y reclutar a más miembros.

La necesidad de una regulación

Por eso, algunos expertos y activistas han pedido a las autoridades que intervengan para regular el funcionamiento de estas plataformas digitales, y que exijan a las empresas tecnológicas que asuman su responsabilidad por el daño que causan a la sociedad.

Fuente: Yahoo Finanzas