En La Raya
Ery Acuña Meneses/ 10 enero de 2014
Nos supo a insulto los supuestos beneficios que traería la famosa reforma energética. La gran mentira del gobierno federal de hacernos creer que la gasolina, el gas y la energía eléctrica iban a ser más baratas, ha provocado gran descontento social.
La escalada de aumentos es un hecho y se está tornando peligrosa. El pasaje subió hasta en un 20 por ciento en varias líneas de transporte desde esta misma semana. La gasolina, el gas y hasta la luz, son más caras. No hace falta una encuesta para conocer la dimensión de la inconformidad social que existe.
Es evidente que el gabinete de EPN está desconcertado por los presagios políticos que se avecinan. De ahí que este jueves el mandatario tuvo que salir a decir en cadena nacional que el petróleo “es y seguirá siendo de los mexicanos. Tanto Pemex como la CFE seguirán contribuyendo con más fuerza al desarrollo del país”. Esas palabras más que inyectar confianza a su gobierno, desnudan su temor.
El líder nacional del PRD, Jesús Zambrano, está como la chimoltrufia, que cuando dice una cosa, dice otra. Dijo este jueves que sí van a reglamentar la reforma, pero que también la van a echar abajo: “Vamos a participar, por supuesto, en todo lo que tiene que ver la reglamentación de las reformas constitucionales en materia energética, aun cuando vamos a seguir insistiendo en nuestra ruta de echar para abajo, mediante la consulta popular en el 2015, la reforma constitucional en materia energética”. Ah, caray, ahora sí, que alguien me explique.
La senadora perredista Dolores Padierna tuvo que aceptar que el PRD se dividió, porque los mismos gobernadores emanados de su partido se fueron con López Obrador, quien esta semana regresó recargado a la arena política, tras convalecer de un infarto al miocardio durante un mes, y lo hizo con la espada de fuera: iniciando una gira por todo el país para impulsar la contra-reforma energética, para concretar el registro como partido de MORENA, y para advertir que piensa demandar por traición a la patria al presidente Enrique Peña Nieto.
¿Hasta dónde la inconformidad social nacida por la reforma energética hará que los mexicanos se movilicen para tirarla? Lo veremos.
De coitán
El escritor y exsecretario de Gobierno de Chiapas en las administraciones de Eduardo Robledo y Julio César Ruiz Ferro, Eraclio Zepeda Ramos, confesó en una entrevista reciente con la revista Proceso, que él iba ser –y no Javier López Moreno– designado por Carlos Salinas como gobernador de Chiapas, luego del alzamiento zapatista de 1994. Pero ocurrió algo. Sugirió al entonces presidente Salinas respetar las autonomías indígenas del EZLN. “Cuando escuchó lo de los autonomías se espantó. Creyó que era peligroso”, dijo. Y entonces Salinas designó a López Moreno. Sin embargo, los grupos paramilitares crecieron durante su gestión, incluso se gestó la macabra matanza de Acteal… En esos días, La Jornada publicó una nota del entonces senador del PRI, Pablo Salazar, que decía: “Cuando Eraclio salga del Gobierno de Chiapas podrá regresar a escribir sus cuentos, pero lo hará con las manos manchadas de sangre”… Las dirigencias nacionales del PAN y PRD están preparando el terreno electoral en Chiapas para las elecciones venideras. Aprovechando el escándalo propagandístico del gobernador Manuel Velasco del mes de diciembre, amagaron al mandatario con demandas por el exceso de publicidad. Pero cuando Sabines gastaba más que eso, entonces no de decían nada. Claro, las bonanzas recibidas los ofuscaban. En fin, MAVECO logró lo que quería: que su nombre sonara a nivel nacional, aunque con mucho ruido.
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