Los europeos se comprometen con el ahorro de energía bajando la calefacción
Agencias, Ciudad de México.- Los europeos han reducido el consumo de calefacción este invierno, aparentemente atendiendo a los llamamientos de sus Gobiernos para ahorrar energía tras la crisis desatada por la guerra en Ucrania, mientras que algunos han retrasado el encendido casi un mes y han bajado la temperatura, según muestran los datos.
Los datos, procedentes de cientos de miles de termómetros inteligentes instalados en hogares de todo el continente por la empresa muniquesa Tado, muestran que, a medida que bajaban las temperaturas, los hogares respondieron a las graves advertencias sobre el aumento de los costes de calefacción.
Personas y empresas de toda Europa utilizan cada vez más estos termómetros inteligentes para controlar el consumo de gas. A veces se vinculan a la estructura tarifaria del proveedor de energía, para suavizar la demanda y reducir los picos de consumo. Alemania los ha hecho obligatorios en las nuevas construcciones.
En el invierno de 2021-22, la proporción de hogares con calefacción encendida en toda Europa superó el 90% el 28 de noviembre. En los tres años anteriores, ese umbral se superó semanas antes, los días 7, 12 y 5 de noviembre respectivamente, según datos de Tado, que es una de las muchas empresas activas en el mercado de los termómetros inteligentes, en rápido crecimiento.
Las autoridades públicas alemanas redujeron las temperaturas de sus oficinas a 19 grados. En la universidad de Fráncfort del Óder, en la frontera con Polonia, el personal recibió mantas para abrigarse.
Los datos de Tado muestran que los hogares también redujeron el uso de la calefacción.
Según los datos, la calefacción doméstica ha bajado casi un grado de media este invierno en comparación con años anteriores.
Tras una época agitada, los reguladores energéticos se muestran más relajados sobre las perspectivas de suministro de gas a Europa.
“Con el ahorro, la afluencia de gas y los buenos niveles de almacenamiento, somos muy, muy optimistas sobre la posibilidad de que este invierno no tengamos que preocuparnos por la escasez de gas”, declaró el martes Klaus Müller, responsable de la red alemana, después de haber pedido a los consumidores que hicieran grandes recortes para evitar graves interrupciones.
La Unión Europea importa el 80% de su gas, que representa el 22% del consumo energético europeo y cubre el 32% de las necesidades energéticas de los hogares, según la UE.
Pero se han hecho grandes esfuerzos para reducir la dependencia del gas ruso y aumentar las importaciones de productores europeos de gas como Noruega y los Países Bajos, mientras Alemania ha construido rápidamente terminales de gas natural licuado (GNL).
Los precios del gas en Europa han bajado drásticamente desde el máximo alcanzado en agosto, cuando las prisas por llenar los depósitos hicieron subir el coste.
ESTOICISMO NEERLANDÉS
Los datos de Tado, basados en las lecturas de 340,000 termómetros inteligentes conectados a la nube en toda Europa, son relativamente resistentes a las distintas condiciones meteorológicas de los cuatro inviernos medidos, ya que registran las temperaturas objetivo fijadas por los hogares.
Los datos muestran variaciones regionales, pero también una dirección clara. Los hogares neerlandeses redujeron sus objetivos de temperatura en 0.99 grados centígrados de media en comparación con el año anterior, mientras que los españoles lo hicieron en 0.29 grados.
En Reino Unido, el 79.6% de los hogares conectados a Tado redujeron la temperatura, mientras que en Noruega, país rico en gas, sólo lo hizo el 47%. En Noruega la temperatura bajó 0.2 grados, hasta los 20.8 grados, y en Reino Unido 1 grado, hasta los 18.3 grados.
Los Estados europeos, incluido el alemán, han aportado miles de millones de euros para ayudar a ciudadanos y empresas a hacer frente a las elevadas facturas energéticas.
Tado tiene instalados tres millones de termómetros, pero sólo se pueden hacer comparaciones entre termostatos que hayan estado instalados en el mismo lugar durante cuatro años seguidos. Como consecuencia, sólo un 10% de ellos puede utilizarse en los datos.
También existe un “efecto riqueza”. En Europa Occidental, el espectro de la población que cuenta con termómetros instalados es bastante amplio.
Los datos son menos representativos en los países de Europa del Este, donde los hogares con termostatos inteligentes suelen ser los más ricos. En Bulgaria, los clientes de Tado redujeron su temperatura un 0.28% de media.
“Alrededor del 79% del consumo energético de un hogar privado corresponde a la calefacción y el agua caliente”, afirma Christian Deilmann, director general de Tado. “La televisión, la cocina y la iluminación no son tan importantes: lo importante es tener la calefacción y el agua caliente bajo control”.
A los reguladores alemanes les preocupa que la actual bajada de los precios del gas haga que los clientes se preocupen menos por conservar la energía. Con los datos de Tado, aún es pronto para saber si la disciplina energética de los hogares está aflojando.
“Tenemos que empezar a pensar en 2023/24”, escribió en un mensaje en redes sociales Müller, el regulador alemán. “Tenemos que seguir ahorrando gas, ser más eficientes energéticamente, potenciar las renovables y llenar el almacenamiento”.
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