Ery Acuña/ (((Monitor Sur))
Tuxtla Gutiérrez- La actividad comercial de los mercados públicos de la capital chapaneca ha sufrido tres golpes en los últimos años, que han asestado fuertes pérdidas a las miles de familias que dependen de estos comercios.
Primero fue la aparición de las tiendas departamentales, como Chedrahui, Ahurrera, Wal-Mart y Soriana, principalmente, que mermaron sus ventas con ofertas engañosas al ofrecer frutas y verduras a bajos precios, pero, dicen, con precios muy caros en otros productos.
Después vino el crecimiento del ambulante en el corazón neurálgico de Tuxtla Gutiérrez, lo que provocado caídas de las ventas al interior de los mercados públicos.
Y tercer golpe, sin duda el más brutal, es la crisis económica mundial, que no toca fondo pero ya ha provocado trastornos a la economía de los más de 10 mil locatarios que conforman los 14 mercados públicos de la capital chiapaneca.
“Que comparen”La señora Esperanza Urbina, con 37 años de atender un viejo puesto al interior del mercado “Juan Sabines”, señala que las ventas han caído hasta en un 50 por ciento, sobre todos en el último año.
“En las tiendas –departamentales— son sólo el gancho algunas verduras, pero si van a comprar un cepillo de los que yo le doy a 12 pesos, allá les vale hasta 20 pesos. Es lo mismo, aquí vendemos lo mismo, con las mismas marcas, entonces invitamos a la gente a que nos visite y que nos compare”, sostiene.
De pie, afirma que lo suyo son los artículos de limpieza para el hogar, como bolsas de plástico, fibras, escobetas y cremas para limpiar estufas, jergas y plumeros, entre otros, y gracias a Dios mucha gente viene aquí y compra conmigo porque ya sabe que en otro lado está más caro.
“Antes lo veía usted el mercado lleno, gente todo el día, pero –de repente—se invadieron las calles de ambulantes, tenemos que bajarnos de las baquetas para caminar, a donde usted vaya le venden carne, manteca y hasta chicharrón, entonces la gente entra sólo por algo que no encuentra en la calle”, dice.
Su hija, Guadalupe González Urbina, también locataria, dice que la crisis se empieza a resentir con mayor impacto: Nos ha ido muy mal últimamente, pero aquí seguimos y aquí vamos a seguir esperando que las cosas cambien.
“Que no se olviden del mercado—sostiene—, tenemos precios económicos, en otros lados es más caro. Por ejemplo una piñata que aquí le vale 45 pesos, en un centro comercial le cuesta hasta 100 pesos”.
Para el administrador del mercado “Juan Sabines” (antes “Díaz Ordaz”),
Eleuterio Armando Saldívar González, por fortuna la gente se ha puesto las pilas y se ha unido para enfrentar los retos, con nuevas estrategias para mejorar los precios, mejorar la atención, incluso la limpieza, que es lo más difícil en todo mercado del mundo.
Se trata, dice, del mercado más grande del estado de Chiapas, con 986 locales.
Vienen muchos turistas del país a visitarlo, porque ya sabe, si alguien va a un pueblo y no conoce su mercado, entonces no conoció el pueblo.Dice que a pesar de la crisis los comerciantes están entusiasmados y luchando para ganarse a la gente. (MS)
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