MonitorSur.- Es frecuente que al aludir a Moctezuma, el tlatoani mexica, anteceda un insulto: ‘‘Es el traidor, el fanático ante las profecías; siempre queda muy mal parado”, sostiene el escritor José Luis Trueba Lara (Ciudad de México, 1960), con motivo de su reciente novela publicada por el sello Océano.
La obra indaga la vida del gobernante (1466-1520), desde los rituales de su nacimiento, su educación en el calmécac –centro educativo de élite en el que recibían formación los hijos de los sacerdotes o nobles– hasta el encuentro con Hernán Cortés y Malintzin.
Los documentos históricos muestran los momentos del emperador azteca (1502-1520) frente a los conquistadores españoles y su caída en el mayor esplendor de su imperio. Sin embargo, los registros de la vida y el desarrollo del personaje son escasos.
‘‘La vida de Moctezuma está llena de hoyos, conocemos su historia cuando llega a la nobleza, hasta su derrota, pero de su desarrollo ignoramos bastante”, explica el autor.
En el libro se reconstruyen las aventuras, la historia de México e intrigas políticas que Moctezuma enfrentó. ‘‘Tenemos claro lo que pasaba con los nobles y con sus hijos de aquella época, el protagonista seguramente no fue diferente de otros”, conjetura Trueba Lara.
El reto fue unir datos históricos con la ficción para completar su historia; ‘‘a partir de ello se hizo la primera parte, en ella se redifica la vida cotidiana en la corte mexica y la de los macehuales.
‘‘Te acercas al mundo de Moctezuma al saber cómo vivía, cómo amaba y se comunicaba con el pueblo mexica.”
La intención de José Luis Trueba fue crear un personaje, no para llevarlo a juicio, sino para comprenderlo. ‘‘Si hoy juzgamos y condenamos a Moctezuma, a él no le importa porque está muerto; lo que nos queda es entenderlo”.
El emperador fue sobreviviente de la persistente violencia en la sociedad mexica; la competencia política, las traiciones que enfrentó y lo marcaron hasta llegar al trono, en 1502.
También fue el gran estadista del México prehispánico, que consiguió unificar al imperio mexica, ese militarismo religioso lo consolida.
Moctezuma sabía hacer política en Mesoamérica, ‘‘utilizaba muy bien el lenguaje donde se dice una cosa para significar otra. El ejemplo de esa política se encuentra en los regalos que ofreció a los invasores; fueron para demostrar poder.
‘‘Ese manejo político se parece mucho al actual, también la costumbre de adorar al soberano, la fe del poder de un hombre para sanar las heridas de un pueblo”, destaca José Luis Trueba.
Muchas personas estiman que Moctezuma fue sorprendido por el arribo de los conquistadores, sin embargo, para el también editor eso no fue así. ‘‘Las rutas comerciales fueron importantes para que el rumor de la presencia de los españoles en la península de Yucatán llegara a oídos del tlatoani”.
En su novela histórica, el autor está obligado a decir todo lo que inventó para que el lector la tome como guía. ‘‘Trato de enseñar los datos que emanan de la ficción, de lo contrario me parece que engaño al lector”, define Trueba Lara.
‘‘Moctezuma es una novela abierta a un lector que quiera pasar una tarde divertida; si de pilón algo aprende, ¡que mejor! Esa es la finalidad de toda mi literatura.”
Los derechos de inclusión, el gran tema de las elecciones del 2021: IEPC
Parlamento Juvenil 2019, espacio para el análisis y participación democrática
Candidato del PRI al Gobierno de Zacatecas y su esposa ocultan compra de residencias en Miami