MonitorSur, Nueva York.- Carol Channing, la estrella desgarbada y vivaz de la comedia musical “Hello, Dolly!” que deleitó al público a lo largo de 5.000 funciones en Broadway y más allá, falleció. Tenía 97 años.
Channing murió de causas naturales a las 12:31 a.m. del martes en Rancho Mirage, California, dijo el publicista B. Harlan Boll. Indicó que la actriz había sufrido dos derrames cerebrales en el último año.
Además de “Hello, Dolly!”, protagonizó otros espectáculos de Broadway, pero ninguno con igual magnetismo. A menudo apareció en televisión y clubes nocturnos, y por un tiempo presentó un show con George Burns en Las Vegas y en una gira nacional.
Su enorme personalidad parecía demasiado para la pantalla, e hizo solo unas pocas películas, las más notables “The First Traveling Saleslady” (“La primera vendedora ambulante”) con Ginger Rogers y “Thoroughly Modern Millie” (“Millie”) con Julie Andrews.
A través de los años, Channing continuó haciendo de Dolly en giras nacionales, la última de ellas en 1996, cuando era una septuagenaria. Tom Shales del Washington Post la llamó “la novena maravilla del mundo”.
Channing no fue la opción inmediata para el papel de Dolly, una casamentera con el difícil reto de encontrar una mujer apta para un hombre rico y gruñón. El espectáculo, con una estimulante partitura de Jerry Herman llena de tonadas alegres como “Put On Your Sunday Clothes”, ″Before the Parade Passes By” e “It Only Takes a Moment”, es una versión musical de la obra de Thornton Wilder “The Matchmaker” (“La casamentera”).
El productor de teatro David Merrick le dijo: “No quiero esa sonrisa tonta con todos esos dientes que te llegan hasta las orejas”. Y aun cuando el director Gower Champion había trabajado con ella en su primer éxito de Broadway, “Lend an Ear”, tenía sus dudas sobre la selección de Channing.
Pero la actriz los impresionó en una audición y fue contratada de inmediato. La función inaugural el 16 de enero de 1964, cuando Channing apareció en el tope de las escaleras en un vestido rojo con plumas en el cabello y recorrió la alfombra roja frente al restaurante Harmonia Gardens, el público en Nueva York enloqueció. Los críticos la adoraron. “Hello, Dolly!” ganó 10 premios Tony, incluyendo uno para Channing como mejor actriz en un musical.
Channing nació el 31 de enero de 1921 en Seattle, donde su padre, George Channing, era editor de un periódico. Cuando su hija única tenía tres meses, se mudó a San Francisco y trabajó como escritor para The Christian Science Monitor y como profesor. Más tarde se convirtió en editor en jefe de publicaciones de Christian Science.
A los 7 años, Channing decidió que quería ser artista. Le dio crédito a su padre por haberla alentado: “Me dijo, puedes dedicar tu vida a los 7 o a los 97. Y la gente que hace eso es gente más feliz”.
Mientras estudiaba actuación y danza en Bennington College, en Vermont, la mandaron a adquirir experiencia en su campo elegido. Consiguió un trabajo en un teatro de variedades en Nueva York. El espectáculo duró solo dos semanas, pero un crítico de la revista New Yorker presagió: “Oirán más de una tonadillera satírica llamada Carol Channing”. La actriz dijo más tarde: “Eso fue todo. Le dije adiós a la trigonometría, la zoología y la literatura inglesa”.
Por varios años trabajó como suplente, actriz secundaria e imitadora en clubes nocturnos y aceptó trabajos como modelo, recepcionista y vendedora en tiempos difíciles. Al aterrizar en Los Ángeles, audicionó ante Marge Champion, esposa y compañera de baile de Gower Champion, quien estaba montando el show de variedades “Lend an Ear”. “Ciertamente era torpe y estrambótica, pero su cordialidad e integridad eran palpables”, recordó Marge Champion.
Channing fue el éxito de “Lend an Ear” en un pequeño teatro en Hollywood, y cautivó a públicos y críticos cuando el espectáculo se trasladó a Nueva York. Como la inocente cazafortunas en el musical “Gentlemen Prefer Blondes” (“Los caballeros las prefieren rubias”), se aseguró el estrellato. Un reseñista reportó que la actriz “se mueve por las candilejas con ademanes amplios de pantomima y gestos audaces, seguros y exquisitamente cómicos”. La exitosa canción del show, “Diamonds Are a Girl’s Best Friend”, se convirtió en su número emblemático.
Pero una y otra vez volvió a su papel en “Hello, Dolly!, que en una sola gira le generó 5 millones de dólares. Consideraba a Dolly Levi “un papel tan profundo como Lady Macbeth”, pero agregó que “la esencia del personaje era su sed insaciable por la vida”, una descripción que encaja a la perfección con Carol Channing.
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