Los organizadores de los Juegos Olímpicos de Tokio quieren que todo el mundo sepa que están al día en cuanto a las medidas para prevenir la pandemia de COVID-19 en las justas del año próximo, incluso si no tienen una idea clara de lo que serán.
Tokio mostró el miércoles algunos de los posibles remedios, exhibiendo diversos métodos de monitoreo en el palacio de convenciones que albergará el centro de prensa de los Juegos.
“Nuestro objetivo es exponer todo lo que estamos haciendo para el higiene y seguridad de los Juegos Olímpicos”, dijo Tsuyoshi Iwashita, el director de seguridad de los Juegos de Tokio.
Casi todo fue lo habitual. Dispensadores de gel alcoholado para lavarse las manos y espacios en los que se instalarán los artefactos para evaluación de posibles síntomas, con guardias cubiertos con caretas al otro lado.
Una innovación fue colocar una etiqueta adhesiva en la muñeca para tomar la temperatura corporal en unos cuantos segundos.
“Esta vez hemos tratado diversos métodos y los hemos analizado”, dijo Iwashita. “Creo que no hay una respuesta ideal, pero aún tendremos que evaluar lo que deberemos hacer. Tenemos varias competiciones deportivas que se están disputando ahora, pero el desafío es tener el método más adecuado para el evento deportivo más grande — los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos de Tokio.
No será fácil. Tampoco perfecto.
Deportistas en todas partes del mundo han contraído el coronavirus, pese a tomar precauciones. Diez integrantes del equipo italiano de natación dieron positivo por el virus el martes, entre ellos los campeones mundiales Simona Quadarella y Gabriele Detti. Por otra parte, la NBA pudo completar su temporada dentro de una burbuja en Florida sin registrar un sólo positivo.
El Comité Olímpico Internacional ha advertido que los deportistas que arrojen positivo en los Juegos seguramente serán excluidos, quizás extinguiendo años de preparación.
Las cifras de participantes en los Juegos son colosales: 11.000 deportistas, más miles de dirigentes, jueces, invitados especiales, patrocinadores y prensa. A ello hay que incluir los 4.000 deportistas que intervendrán en los Juegos Parolímpicos.
También está la interrogante sobre el público. ¿Se permitirá su presencia? ¿O sólo serán de Japón?
Y el último factor es tomar en cuenta la posibilidad de que una vacuna estará lista para cuando los Juegos sea inaugurados el 23 de julio de 2021. Pero, ¿debe un deportista tener prioridad? ¿Se les deberá exigir que se vacunen? ¿Y quién pagará la vacuna?
Los organizadores de Tokio y el COI han indicado que barajan “diversos escenarios” y que no será hasta inicios del año próximo cuando tengan un idea más clara sobre la organización segura de los Juegos Olímpicos.
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