Agencias, Ciudad de México.- La invasión de Rusia sobre Ucrania ha traído angustia y desolación para millones de personas, quienes han visto alteradas sus formas de vida, tal vez para siempre. Ante la realidad bélica, Netflix dice no a la exigencia rusa de colocar propaganda nacional en su plataforma y con ello rompe las regulaciones establecidas tiempo atrás con el Roskomnadzor o Servicio Federal de Supervisión de las Telecomunicaciones, Tecnologías de la Información y Medios de Comunicación en Rusia. En los siguientes párrafos comentamos todos los detalles.
A finales del año pasado, el Roskomnadzor informó a través de The Moscow Times que Netflix está obligado a agregar canales rusos como Channel One, NTV y el de la Russian Orthodox Church (con propaganda incluida) en su contenido dentro del país. El gobierno en Moscú fue claro y tajante con su demanda, y de hecho parecía que Netflix iba a cumplir el acuerdo, no obstante, Deadline informó hace algunas horas de la nueva postura del gigante del streaming, un no rotundo: “Dada la situación actual, no tenemos planes de sumar estos canales a nuestro servicio.”
Es importante notar cómo las múltiples relaciones comerciales de Rusia, no solo con otros países, sino con numerosas empresas dedicadas a la tecnología y las telecomunicaciones, se están viniendo en picada desde que Vladímir Putin hizo suyo el último recurso de los incompetentes, la violencia. Rusia había añadido a Netflix a una lista compuesta por otros servicios audiovisuales con más de 100 mil usuarios activos en el país, obligándolos a agregar al menos 20 canales nacionales; Deadline informa que no queda claro si con “canales” se refiere a los del tipo lineal como los transmitidos en otras televisoras, puesto que Netflix nunca ha maneja ese tipo de contenido.
La situación entre Rusia y Ucrania se mantiene hostil, afectando las vidas de personajes inocentes que lo último que desean es una guerra. El mandatario ruso ha perdido toda oportunidad de mantener una reputación honorable e incluso muchos de sus compatriotas están levantando la voz para los medios internacionales; tal es el caso del tenista Andrey Rublev, quien durante su reciente estancia en el campeonato de Dubai escribió en una de las cámaras “No war, please” (No a la guerra, por favor). Lo anterior generó abundantes reacciones en redes sociales, pues es bien sabido que el régimen ruso exige lealtad absoluta de sus ciudadanos.
Netflix informó que no cumplirá con la nueva ley audiovisual de Rusia, que obligaría a la plataforma a incluir una veintena de canales públicos para poder operar en el país.
La legislación, cuya entrada en vigor estaba prevista para el 1 de marzo, obliga a Netflix y a otros servicios audiovisuales a emitir contenidos de medios afiliados al Kremlin como Channel One, la cadena de entretenimiento NTV y el Canal de la Iglesia Ortodoxa.
“Dada la situación actual, no tenemos planes de añadir esos canales a nuestro servicio”, dijo un portavoz de la compañía, citado por el diario The Wall Street Journal.
Netflix lanzó su servicio local en ruso hace poco más de un año y apenas cuenta con 1 millón de suscriptores en ese país, un porcentaje ínfimo de los más de 222 millones de abonados que suma en todo el mundo.
Aún así, la plataforma forma parte de la lista de “servicios audiovisuales” que elabora el regulador mediático de Rusia, Roskomnadzor, y que incluye a todas las plataformas o canales con más de 100.000 espectadores.
Una nueva ley audiovisual obligará a que todos los servicios de ese listado incluyan contenido procedente de medios controlados por el Gobierno de Vladímir Putin, aunque su implementación quedó suspendida tras la invasión de Ucrania.
La pasada primavera, Netflix anunció su primera serie en el idioma ruso, “Anna K”, basada en la novela “Anna Karénina”, de Leo Tolstói.
El anuncio de Netflix llegó horas después de que la tecnológica Meta confirmara que restringirá en sus redes sociales -que incluyen Facebook, Instagram y WhatsApp- el acceso a la cadena RT y a la agencia Sputnik, medios afiliados al Gobierno ruso, por petición de la Unión Europea (UE).
Por su parte Twitter, otra red social estadounidense, anunció este lunes que añadirá una advertencia en los mensajes que compartan enlaces y noticias de medios controlador por el Kremlin, de los que también tratará de reducir su circulación en la plataforma.
“Nuestro producto debe facilitar la comprensión de quién está detrás del contenido que ve y cuáles son sus motivaciones e intenciones”, añadió el jefe de integridad de esa plataforma, Yoel Roth.
¿Cuál será la reacción de la organización de telecomunicaciones rusa ahora que Netflix se niega a cumplir con la obligación? En un principio, Netflix se dedicó a la producción de series y películas sin gran impacto más allá de la frontera estadounidense, no obstante, con el paso del tiempo sus objetivos han cambiado y ahora la vemos cada vez más presente en otros países del mundo. En poco tiempo descubrimos que la empresa fundada por Reed Hastings llegó para cambiar las reglas del juego en el mundo del cine y la televisión, haciendo acuerdos con los artistas locales de cada país para desarrollar contenido original. Por otro lado, mientras que los grandes estudios de Hollywood se inclinan por los estrenos enormes y pomposos, Netflix prefiere los lanzamientos exclusivos de su plataforma, o de vez en cuando en salas limitadas si es que quiere competir por premios.
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