Agencias / MonitorSur, CIUDAD DE MÉXICO .- El año pasado resultó ser uno de los más retadores para la industria vitivinícola nacional, que tuvo un impacto significativo en sus ventas. En contraste, el canal de productos de importación vio una oportunidad de crecimiento y en el caso de Concha y Toro, tanto su comercialización como su participación.
“La categoría de vino en México tuvo muchas complejidades porque tiene dos canales de distribución muy claros: el canal directo, en los autoservicios; y el especializado, que son los que le surten al gremio restaurantero que dadas las afectaciones que tuvieron en este sector, hubo impactos importantes a este consumo y la categoría no presentó un crecimiento”, dijo en entrevista con MILENIO María Fernanda Loyo Loyola, directora de Negocios y Mercadotecnia para la marca.
En este contexto, la compañía vio un crecimiento de 15 por ciento, debido a que el consumo se volcó sobre los canales de venta directa.
“Lo que se dejó de consumir en los restaurantes el comprador lo hizo en sus casas y el consumidor nos privilegió con su elección con Casillero del Diablo y Reservado Concha y Toro, al ser las marcas que más tienen en la mente; nuestras ventas crecieron de manera sustancial por ello”, dijo la directiva.
En promedio, cerca de 40 por ciento de las ventas de la marca se realizan en el canal de autoservicio; pese a una contracción relevante en el canal especializado.
“A nivel global tomó muchas precauciones y no se dejó de surtir desde Chile, Argentina o California. Siempre estuvo garantizado el abasto. En México cuando llegó el producto, hubo algunas complicaciones de tiempo pero afortunadamente cubrimos muy bien la cadena de abasto y siempre pudimos surtirle a los clientes la disponibilidad de vino”, dijo la directiva.
De acuerdo con la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), en México se consume en promedio 1 litro per cápita de vino al año.
Hasta antes de la pandemia la empresa enfocaba 80 por ciento de su inversión en comunicación directamente en los puntos de venta, pero ante la emergencia sanitaria la empresa fundada en Chile realizó algunas modificaciones en su estrategia.
Este año las prioridades de la compañía estarán en invertir en su construcción de marca, canal digital, comercio electrónico (que creció 300 por ciento durante 2020), así como las aplicaciones de delivery.
“Este es un año histórico de participación de mercado en el canal directo. Alcanzamos 16 puntos de participación, y el año anterior teníamos 14. Hubo un desempeño positivo e independientemente de la fortaleza, se lo debemos al reconocimiento de marca que tenemos”, dijo la directiva.
Para este 2021 la directiva dijo que el sector enfrentará amplios retos, debido a que se ve una recuperación económica como se esperaba, además de que el consumidor se hizo más consciente sobre sus gastos; sin embargo dijo “la categoría de vinos se ha vuelto más indulgente para estar en casa, lo que resulta positivo pero vemos un año que va a tener muchos retos”.
Con información de la agencia ‘Reuters’.
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