Agencias / MonitorSur / Pekín .- China fortaleció el martes las restricciones para impedir que las personas salgan de la capital para detener la propagación del brote de coronavirus más grave desde febrero a otras ciudades y provincias.
La decisión de imponer nuevas restricciones y elevar el nivel de respuesta de emergencia de COVID-19 a II desde III se toma después de que el actual brote de Pekín subió a 106 infecciones desde el jueves.
El origen del nuevo brote se ubica en el mercado mayorista de Xinfadi, en el suroeste de Pekín, donde cada día cambian de manos miles de toneladas de verduras, frutas y carne. Al lunes Pekín había designado 27 barrios como de riesgo medio, que deben adoptar medidas estrictas ante la posible entrada del virus.
Autoridades de la capital indicaron que no pedirán a las empresas o fábricas que dejen de trabajar, pero sí alentarán el teletrabajo, informaron medios estatales el martes, que citaron declaraciones de las autoridades municipales.
Otras medidas anunciadas incluyen el cierre de jardines escolares, escuelas primarias y secundarias a partir del miércoles. Además, los estudiantes universitarios no podrán volver Pekín desde el 17 de junio.
El centro financiero chino de Shanghái exigió que algunos viajeros de Pekín permanezcan en cuarentena por dos semanas luego de que 27 nuevos casos de COVID-19 llevaron el total actual de infectados en la capital a 106 desde el jueves.
A todos los residentes de la capital considerados de alto riesgo, como quienes mantuvieron contactos con casos confirmados, no les está permitido salir de la ciudad.
También se han suspendido todos los servicios de taxis y de vehículos de alquiler en la ciudad. Algunas rutas de autobús de larga distancia entre Pekín y las cercanas provincias de Hebei y Shandong se cancelaron.
Preocupados por los riesgos de contagio, muchas provincias impusieron requisitos de cuarentena a visitantes de la capital. En los últimos tres días, Hebei, Liaoning y Sichuan han informado nuevos casos vinculados al mercado mayorista de Pekín.
Aunque no está en un confinamiento como Wuhan, Pekín ha entrado en un modo de “tiempo de guerra” en varios distritos. Vecindarios establecieron controles de seguridad las 24 horas, escuelas cerraron y se prohibieron las fiestas de matrimonios.
“Mi vecindario tiene cuatro o cinco entradas, y cuando llegaron los controles, sólo la entrada sur estaba abierta, y ahora tenemos que mostrar nuestras tarjetas de entrada y nos toman la temperaturas, dijo un hombre de apellido Zhao, residente en el noreste de Pekín.
“Es un barrio grande con muchos empleados de oficina, por lo que es extremadamente inconveniente para mucha gente”.
Con información de la agencia ‘Reuters’.
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