Agencias / MonitorSur, CIUDAD DE MÉXICO .- Como le sucedió a millones de personas en el mundo, la pandemia animó a Joe Flynn a replantearse su carrera.
Este hombre de Worcestershire, Inglaterra, se había pasado los últimos diez de sus 34 años vendiendo hipotecas, pero las cuarentenas de los últimos meses le llevaron a reevaluar qué quería hacer con su vida.
“El sector hipotecario de compra para alquilar no era algo que pensé que quería hacer, pero fue una buena carrera con un fuerte desarrollo personal”, cuenta.
Pero con el tiempo sus prioridades cambiaron: “Me di cuenta de que quería una carrera en la que sintiera que podía marcar la diferencia en algo que me importara”.
Alentado por experiencias previas en el voluntariado, Flynn encontró el sitio web CharityJob, que muestra vacantes laborales en el sector filantrópico. Allí un puesto en la Sociedad Vegana llamó su atención.
“Era perfecto para alguien había sido vegano los últimos ocho años”, afirma.
Ahora, tres meses después de haber asumido su nuevo puesto de gerente, se muestra entusiasmado con su empleador. “Todo el mundo le pone pasión allí y quiere hacer para que la organización avance. Es realmente motivador“.
Sin embargo, admite que asumir un “significativo recorte en el salario” le hizo cuestionarse si estaba dando el paso correcto. “Pero pensé en lo que forma mi ética y lo que quería hacer”, añade.
“Pensé que lamentaría para siempre dejar pasar la oportunidad. La satisfacción en el trabajo es inestimable cuando tratas con una organización donde la moral y la ética coinciden con las tuyas propias”.
Impacto social positivo
En un mundo cada vez más atento al cambio climático, la sostenibilidad y la igualdad, los más jóvenes especialmente tienden a buscar una carrera en la que tengan un impacto social positivo.
Añadan la pandemia a la mezcla y la tendencia hacia la búsqueda de carreras con un propósito se acelera.
Siete de cada diez personas respondieron que el coronavirus les había hecho reconsiderar el rumbo de su carrera, según un informe de Escape the city (Escapa de la ciudad), una organización dedicada a ayudar a la gente que quiere salir del mundo empresarial.
El estudio también reveló que un 89% de los encuestados “quieren ahora una carrera con un sentido, un propósito fuerte”. El dato contrasta con el 71% del mundo pre-covid.
Skye Robertson, jefa de Escape the city, asegura que la pandemia ha cambiado lo que la gente desea para su carrera.
“Ha sido un periodo de reflexión para que la gente piense sobre sus vidas y su trabajo y lo que realmente importa para ellos”, sostiene. “La gente está yendo en manada hacia las carreras con un propósito”.
Robertson añade que el trabajo desde casa desde marzo de 2020 hizoo que para muchos el aspecto social que los mantenía conectados a sus trabajos se haya debilitado notablemente.
Habiba Islam es una asesora laboral en 80.000 hours (80.000 horas), una organización sin ánimo de lucro que ofrece recursos para que los individuos tengan el mayor impacto social posible durante su vida profesional.
“Para la mayoría, su carrera es la vía principal para tener un impacto positivo“, explica. “Para la mayoría, la pandemia y los cambios que trajo en el mundo del trabajo, empujo a la gente a pensar en la elección de su carrera y en lo que querían hacer”.
“Pero hubo otros factores en juego. El otro aspecto es el de enfrentar una catástrofe global. Eso vuelve la atención de la gente hacia problemas mundiales mayores, a pensar que quizá podrían estar trabajando en prevenir la próxima covid”.
Yasmina Kone de 27, se ocupaba de la selección de graduados en una firma de abogados cuando llegó la pandemia.
“La pandemia fue una época interesante”, dice. “Tenía mucho tiempo para sentarme detrás de una pantalla, lo que me hizo concentrarme en quién se estaba beneficiando con mi trabajo y cómo estaba usando mis habilidades”.
“Hubo mucho sufrimiento durante la pandemia. Empecé a darme cuenta de que quería tener un efecto más directo en las comunidades vulnerables”.
Así que en mayo de 2021, Kone renunció a su trabajo para empezar como gerente en Beam, un proyecto social que ayuda a personas sin hogar a encontrar un empleo.
Cuenta que su trabajo supuso un soplo de motivación en un momento en que el mundo parecía “un lugar oscuro… Ahora estoy cambiando la vida de la gente”.
Kone reconoce que aceptó rebajar su sueldo para ocupar el puesto, peor afirma que valió la pena. “Cada día puedo ayudar a la gente. Eso es motivación, además hay vacaciones ilimitadas y opciones para compartir”.
El impacto de las “B corps”
Robertson insiste en que es posible cambiar a un trabajo con un mayor propósito social sin tener que ver reducido el salario.
“Hemos oído muchas veces decir que hay un ‘impuesto moral’ con enormes recortes salariales o que hay que trabajar hasta la extenuación en una organización benéfica, pero eso ya no sucede”, asegura Robertson.
Señala al aumento de los llamados negocios “B Corps”, firmas de todos los tamaños que se han comprometido a encontrar un equilibrio entre el beneficio y el servicio que prestan, y a considerar el impacto de su actividad en la comunidad y en el medio ambiente.
“Ahora hay cientos de B corps que ofrecen carreras con un propósito”.
A quienes se están replanteando su carrera, Islam les recomienda analizar qué problemas sociales les importan más y cuáles son sus habilidades específicas.
“Por ejemplo, a lo mejor puedes trabajar en investigación para contribuir a los avances en un determinado campo, o trabajar en organismos públicos en una organización benéfica que sea efectiva”, explica.
“Hay un abanico de trabajos diferentes, desde la comunicación al liderazgo, o al emprendimiento y el lanzamiento de una organización benéfica. Piensa en qué puede significar para ti una carrera satisfactoria y de alto impacto. Cada uno tiene diferentes prioridades, dependiendo de dónde te encuentres, tu situación económica, o aspectos personales”.
Rachel Abraham añade que “tras un año tan turbulento en 2020” empezó a reflexionar sobre lo que siente que es “importante” en su vida.
Es exempleada de mercadeo, esta mujer de 27 años de Liverpool, cuenta: “Quería poner mis habilidades en una causa con un mayor sentido moral. Sabía que quería trabajar para una organización benéfica que priorice y defienda el bienestar mental, sobre todo en los jóvenes”.
Así que en agosto de 2020 se unió como gerente de mercadeo a Iheart, una ONG dedicada a educar a los niños sobre la salud mental.
“Cuando trabajas para una ONG, la gente es mucho más amable y los intercambios de cada día son satisfactorios, especialmente cuando te llega la respuesta de los niños que ahora se sienten con mucha mayor confianza”, afirma.
Para Abraham eso es satisfacción profesional inmediata. “No estás metiendo dinero en el bolsillo de una persona desconocida. Tiene más sentido”.
Con información de ‘BBC News Mundo’
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