Agencias, Ciudad de México.- El presidente de Rusia, Vladimir Putin, no encontró apoyo de los miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en una reunión de emergencia convocada por sus acciones para dejar bajo su control a regiones separatistas en el este de Ucrania.
Estados Unidos describió su decisión como un pretexto para una invasión mayor, muchos miembros condenaron su violación de la integridad territorial e incluso China, un cercano aliado, hizo una llamada a la diplomacia y a alcanzar una solución pacífica.
Ucrania solicitó la inusual sesión vespertina junto con Estados Unidos, cinco países europeos y México para condenar las acciones tomadas el lunes por Putin para reconocer la independencia de Luhansk y Donetsk, que llevan casi ocho años en guerra, y ordenar que sus tropas “mantengan la paz” en las dos regiones.
Rusia ocupaba el turno de presidencia del Consejo de Seguridad y quería que la reunión se realizara a puerta cerrada, pero los diplomáticos dijeron haber acordado una sesión abierta ante una intensa presión de Occidente y otros miembros.
Linda Thomas-Greenfield, embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, rechazó como “tonterías” el anuncio de que las tropas rusas estuvieran en la zona separatista como fuerzas de paz y dijo que su presencia era “claramente la base para el intento de Rusia de crear un pretexto para una invasión mayor de Ucrania”. La embajadora afirmó que el mundo no debía “mirar a otro lado” porque “la historia nos dice que mirar a otro lado ante semejante hostilidad será un camino mucho más costoso”.
Putin, afirmó, está probando a ver “cuánto puede presionarnos” y todos los países deben plantar cara por la soberanía, independencia e integridad territorial de Ucrania y todos los países, dijo Thomas-Greenfield.
El embajador de Francia ante la ONU, Nicolas de Riviere, dijo que Rusia “está eligiendo la vía del desafío y la confrontación, pese a los esfuerzos incansables de desescalada de las últimas semanas y días” en los que habían participado el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el canciller de Alemania, Olaf Scholz.
“Continuaremos estos esfuerzos y pediremos a Rusia que acompañe sus palabras cuando afirme estar en favor del diálogo y revocar la decisión de reconocer las entidades separatistas”.
La embajadora británica ante Naciones Unidas, Barabara Woodward, dijo que había reportes de que tropas y tanques rusos habían entrado en Donetsk y Luhansk y advirtió que “una invasión de Ucrania desencadena las fuerzas de la guerra, la muerte y la destrucción sobre el pueblo de Ucrania”.
Woodward instó al Consejo de Seguridad a pedir a Rusia que detuviera cualquier acción militar, condenar la agresión contra un estado soberano y defender la integridad territorial de Ucrania, así como reclamar a Rusia que respetara sus obligaciones contempladas en la Carta de Naciones Unidas. Esto era prácticamente imposible dado el poder de veto de Rusia en las acciones del consejo.
En declaraciones muy breves, el embajador chino ante la ONU, Zhang Jun, no mencionó las acciones rusas y dijo que todas las partes “deben ejercer la moderación y evitar cualquier acción que pueda avivar las tensiones”.
El embajador de Ucrania ante Naciones Unidas, Sergiy Kyslytsya reclamó que Rusia cancelara su reconocimiento de la independencia de las regiones separatistas, retirase de inmediato sus “tropas de ocupación” y regresara a la mesa de negociaciones.
También criticó al Consejo de Seguridad por no actuar en el pasado e instó a sus miembros a defender la soberanía e integridad territorial de Ucrania.
Pese a las acciones de Putin, dijo, “las fronteras de Ucrania reconocidas internacionalmente han sido y seguirán inmutables al margen de cualquier declaración y acción de la Federación de Rusia”.
Aunque Ucrania tiene derecho a la autodefensa según la Carta de Naciones Unidas, dijo, “estamos comprometidos con una senda pacífica y diplomática y nos mantenemos firmemente en ella. Estamos en nuestra tierra. No tenemos miedo a nada ni a nadie. No le debemos nada a nadie y no regalaremos nada a nadie”.
El embajador añadió que no debería haber dudas al respecto porque “no es febrero de 2014”, cuando Rusia invadió Crimea, que más tarde fue anexionada, y Ucrania no estaba preparada.
Por su parte, el embajador ruso ante la ONU acusó a Estados Unidos y sus aliados occidentales de empujar a Ucrania hacia una “provocación armada”.
Vassily Nebenzia acusó a Ucrania de aumentar de forma drástica el fuego de artillería contra zonas residenciales en Luhansk y Donetsk y en poblaciones rusas cercanas a la frontera.
Afirmó que Ucrania ha concentrado 120,000 tropas a lo largo del frente con separatistas prorrusos en el este.
Las autoridades separatistas dijeron que al menos cuatro civiles habían muerto por proyectiles ucranianos, y había varios heridos. El Ejército ucraniano dijo que dos soldados ucranianos habían muerto durante el fin de semana y otro resultó herido el lunes. El vocero militar ucraniano Pavlo Kovalchyuk insistió en que las fuerzas ucranianas no estaban devolviendo el fuego.
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