Ery Acuña Meneses/ Desde el sótano
Cuando Pakal tenía tan solo 12 años comenzó su reinado en Lakam Ha’, hoy Palenque. Inició en ruinas, en una ciudad totalmente devastada por las guerras. En poco tiempo logró que Palenque se convirtiera en una de las zonas mayas más prósperas de su tiempo. El mundo Maya era el mundo. No había Europa, ni China, ni nada.
Hoy, su obra arquitectónica es reconocida como una de las más grandes de la historia. Palenque ha sido el centro de atención. Ahí se originó el famoso Calendario Maya en el 2012 que predijo el inicio de un nuevo tiempo; no del mundo, como aprovechó la industria del cine.
Hoy también empieza la construcción del Tren Maya en Palenque. La primera gran obra del Presidente Andrés Manuel López Obrador. No hay que dejar de ver esto. Será en el sur olvidado por siempre, y saqueado inhumanamente hasta hace unas semanas.
Hoy da inicio un nuevo futuro. Eso debe importarnos. El #Futuro. Somos como una ciudad devastada por la corrupción. No podemos perseguir al huracán, pero sí levantarnos y empezar de nuevo a reconstruirnos.
Claro, ya lo decía doña Rosario Castellanos: “Recordemos, hasta que la justicia se siente entre nosotros”. No nos quedemos gritándole al ladrón. Pero no hay que olvidar su legado ni permitir su retorno. La sociedad ya lo enjuició y eso quedará labrado en la historia de siempre.
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