Agencias / MonitorSur, CIUDAD DE MÉXICO .- Tenemos nuevo fenómeno de Netflix. La película De amor y monstruos (Love and Monsters) se estrenó el pasado 14 de abril en la plataforma y parece que los suscriptores la están disfrutando de lo lindo, porque desde entonces ha ocupado el primer puesto de los títulos más vistos casi todos los días y las reacciones online son muy positivas.
Esta simpática aventura de ciencia ficción juega la baza de una historia muy entretenida, un buen cóctel de acción, humor y romance y un estupendo protagonista, Dylan O’Brien. Con el film, este joven intérprete de 29 años retoma su camino hacia el éxito en Hollywood después de casi abandonar sus sueños por culpa de un grave accidente que estuvo a punto de truncar su carrera hace unos años. Ahora vuelve con la película que arrasa en Netflix, dispuesto a quedarse y seguir demostrando su valía como protagonista.
De amor y monstruos tenía que haberse estrenado en salas de cine, pero como tantas otras películas, tuvo que trasladarse al streaming debido a la pandemia. El film dirigido por Michael Matthews era una de las grandes apuestas de Paramount Pictures para 2020. En Estados Unidos vio la luz en alquiler y compra digital el pasado otoño, llegando al resto del mundo este año a través de Netflix, donde ha sido recibida con los brazos abiertos. Y es que, aunque no lo parezca a simple vista, es una cinta muy digna que recupera el gusto por el cine de aventuras, acertando en su tono y fusión de acción postapocalíptica y comedia romántica.
Al final, Paramount puede decir eso de que “no hay mal que por bien no venga”, porque la película podía haber pasado desapercibida en cines y ha acabado triunfando en streaming, consiguiendo incluso una nominación al Óscar a Mejores efectos visuales y devolviendo a su protagonista al camino hacia el éxito.
El público está encantado con esta divertida historia postapocalíptica que nos sumerge en un mundo en el que una catástrofe ha convertido a los insectos, anfibios y otros animales de la Tierra en gigantes monstruos mutantes. La humanidad ha quedado casi extinta y los supervivientes permanecen escondidos en búnkers mientras los monstruos reinan en la superficie (qué trama más escalofriantemente oportuna, ¿no?). Joel (O’Brien) es un chico adorable, pero algo torpe y miedoso que decide emprender un peligroso viaje para reencontrarse con el amor de su vida, Aimee (Jessica Henwick), de la que se tuvo que separar cuando el Apocalipsis estalló hace siete años. En su camino se topará con temibles criaturas, pero también con aliados que le ayudarán a conquistar sus miedos y convertirse en un héroe.
Con permiso del perro Boy -Hero en la vida real-, que es la gran revelación de cuatro patas de la película y ha enamorado a todo el mundo (¿dónde está su nominación al Oscar?), O’Brien se ha ganado la simpatía del público por una interpretación que combina las dosis perfectas de humor, corazón y destreza física. Pero, ¿quién es este chico tan encantador y dónde lo hemos visto anteriormente?
La carrera de O’Brien despegó en 2011 con su papel en la serie juvenil de MTV Teen Wolf, donde interpretaba al carismático y divertido Stiles Stilinski, el mejor amigo del protagonista. Pronto, el actor originario de Nueva York se alzó como el robaescenas oficial y mejor intérprete de la serie, que andaba más bien escasa de talento actoral. Stiles hizo que O’Brien se ganara una legión de fans, convirtiéndose rápidamente en una promesa de Hollywood. El joven actor llegó a despertar comparaciones con Jim Carrey -por su apariencia, expresividad y talento para la comedia física- y tras su paso por la serie de MTV todo parecía apuntar a una carrera de éxito en Hollywood.
El salto al cine con su primer papel protagonista tuvo lugar en la saga juvenil de ciencia ficción El corredor del laberinto, sucesora de Los juegos del hambre que obtuvo un éxito considerable en taquilla, mientras muchas otras franquicias young adult fracasaban en sus intentos. En esta trilogía distópica dirigida por Wes Ball, O’Brien demostró tener materia de héroe de acción y estar dispuesto a acometer cualquier reto. De hecho, por aquel entonces, el actor se convirtió en el candidato favorito para interpretar a Spider-Man en el Universo Marvel, con su nombre en todos los pronósticos antes de que el papel finalmente fuera a parar a Tom Holland.
Y aquí es donde su historia da un giro oscuro que casi acaba con su carrera. En 2016, durante la grabación de la tercera y última entrega de El corredor del laberinto, O’Brien sufrió un grave accidente rodando una escena de acción donde fue arrollado por un vehículo, lo que lo llevó al hospital con una fractura facial y traumatismo cerebral. El actor se rompió la mitad derecha de la cara y permaneció un largo periodo de tiempo en rehabilitación, lo que obligó a detener el rodaje de la película, cuya continuación se puso en duda después de lo ocurrido.
Tras el aparatoso accidente, el actor atravesó una temporada de depresión, ansiedad y cambios de humor que superó gracias al apoyo de su familia y amigos. A pesar de la seriedad de las heridas, O’Brien consiguió recuperarse del todo y al año siguiente regresó al rodaje de El corredor del laberinto: La cura mortal para terminar la trilogía. La película finalmente se estrenó en 2018.
O’Brien había vuelto, pero lo iba a tener difícil para recuperar el impulso que había ganado gracias a Teen Wolf y El corredor del laberinto. Con el ojo puesto en otra franquicia, protagonizó American Assassin, thriller de acción adulto en el que cambiaba de registro interpretando al espía Mitch Rapp, personaje creado por Vince Flynn. O’Brien compartía cartel con Michael Keaton en un film que fracasó en taquilla, frustrando la posibilidad de continuar como saga al estilo de Misión Imposible o Jason Bourne.
Fue una temporada muy dura para el actor, que aún seguía sufriendo las consecuencias psicológicas del accidente, a las que se sumó la incertidumbre de una carrera que parecía haberse estancado. Después del fracaso de American Assassin, O’Brien apareció con papeles episódicos en dos series antológicas fallidas, Weird City de YouTube y el reboot de Cuentos asombrosos para Apple TV+, protagonizó el thriller The Education of Fredrick Fitzell, que pasó sin pena ni gloria, y puso voz a Bumblebee en el spin-off del mismo nombre de Transformers. En dos años, el actor no se prodigó mucho por la pantalla, haciendo que sus fans se preguntasen si había tirado la toalla.
Pero nada más lejos de la realidad. Aunque fue muy difícil para él volver a empezar después de lo conseguido antes del fatídico accidente, O’Brien no se rindió. Pese a sus fracasos comerciales recientes, obtuvo una nueva oportunidad como protagonista en la película que, quizá sin esperarlo, ha acabado devolviendo el cauce a su carera, De amor y monstruos. En recientes entrevistas, O’Brien ha confesado que el horrible episodio que vivió en El corredor del laberinto no está del todo superado y que aún sigue pasándolo fatal cuando tiene que rodar una escena de riesgo. Y en De amor y monstruos abundan.
“Cuando me tengo que poner un arnés, tengo que examinar hasta la última pieza en la construcción y mucho más. Incluso a día de hoy, si estoy haciendo una escena de riesgo en un rodaje, si hay algo de acción, me vuelvo ligeramente irritable. Hay un grado de ansiedad en mí que no creo que nunca vaya a desaparecer”, confesó en una entrevista el año pasado por el estreno de De amor y monstruos (CinemaBlend), donde también habla de cómo ese periodo alejado de las cámaras le sirvió para reconectar con los amigos a los que había abandonado y replantearse las prioridades en su vida.
Aunque las secuelas del accidente lo acompañen toda la vida, O’Brien ha decidido seguir adelante a pesar de todo. Precisamente en De amor y monstruos salta a la vista que vuelve a estar en plena forma, ya que brilla especialmente en las escenas de acción, donde pone toda la carne en el asador y demuestra ser todo un action hero capaz de llevar una franquicia sobre sus hombros.
El éxito de De amor y monstruos es la recompensa a su historia de superación, una alegría por fin en su carrera y una segunda oportunidad para seguir avanzando en la industria y consolidarse. Por lo pronto, los fans de la película de Netflix claman por una secuela, y aunque no se ha confirmado, sería un error no seguir explorando el universo que han creado, tan lleno de potencial y posibilidades. De momento, O’Brien tiene en la recámara el thriller de ciencia ficción Infinite, dirigido por Antoine Fuqua, y el drama criminal The Outfit, que protagoniza junto a Mark Rylance.
Mientras esperamos volver a verlo como Joel en una nueva aventura monstruosa junto a su fiel perro Boy, todo parece indicar que Dylan O’Brien ha vuelto y esta vez se va a asegurar de que todos sepan quién es.
Con información de la agencia ‘EFE’.
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