Ciudad de México, (Círculo Digital).- Presidentes municipales de Guadalajara, Jalisco; y de Nezahualcóyotl, Estado de México; rechazaron la propuesta de creación del mando único policial al considerar que no representa la solución al tema de inseguridad y violencia, pues cada uno de los municipios posee características y necesidades diferentes que no se resolverán con decisiones generales.
En el primer día de Audiencias Públicas en Materia de Seguridad y Justicia, los munícipes expusieron sus experiencias y observaciones sobre la iniciativa enviada en diciembre pasado por el titular del Ejecutivo Federal, que plantea reformar la Constitución en sus artículos 21, 73, 104, 105, 115, 116 y 123.
La propuesta del presidente Enrique Peña Nieto busca definir el esquema de mando único policial en los estados, facultar al Congreso para expedir leyes generales en materia penal, y establecer la posibilidad de que el gobierno federal asuma la dirección de un municipio cuando existan indicios de que fue infiltrado por el crimen organizado.
Al respecto, el alcalde de Guadalajara, Jalisco, Ramiro Hernández García, manifestó que la desaparición de las corporaciones policiacas de los ayuntamientos no soluciona la inseguridad y violencia; si bien es un elemento para reorganizar las facultades y tareas en materia de seguridad, “no son la causa de estos males”, señaló.
Hizo énfasis en que la propuesta presidencial debe ser revisada a detalle, ya que al disolver las policías municipales se pone a prueba la capacidad de la Federación y de la autoridad estatal para brindar seguridad, y al desaparecer las policías de todos los municipios ni el estado, ni la Federación tienen la capacidad para dar una respuesta como se requiere.
Agregó que el modelo policial se debe tratar con cuidado, toda vez que si hay una reforma Constitucional, ésta tendrá que facilitar la toma de decisiones, pero que no signifique una medida que se aplique por igual a todos los municipios dada las diferentes características que poseen.
Juan Manuel Zepeda Hernández, alcalde de Nezahualcóyotl, Estado de México, dijo que el mando único policial “no es la panacea” para terminar con los delitos, y subrayó que la coordinación entre los tres niveles de gobierno han dado resultados positivos para bajar los índices delictivos en dicho municipio.
Expuso que los actuales controles de confianza que se aplican a los elementos de seguridad “no nos dan confianza porque comprobado está que, incluso, los criminales pasan los exámenes psicométricos”.
Se pronunció por evaluar la productividad de los elementos de seguridad, capacitación constante en materia de derechos humanos, brindar incentivos para continuar sus estudios y establecer un piso mínimo de salario, éste último, dijo, debiera ser uno de los temas que se debieran abordar en esta reforma en materia de seguridad pública.
Durante los la intervención de los legisladores, la senadora Angélica de la Peña Gómez, del PRD, cuestionó a las autoridades municipales qué es lo que se debe observar en el momento de dictaminar la iniciativa, tomando en cuenta a los municipios pequeños que no cuentan con tantos recursos.
Por su parte, la senadora Dolores Padierna Luna, del mismo grupo parlamentario preguntó si la existencia de debilidades es propia de los municipios o si también se presentan en los estados o incluso en la Federación y cuestionó las ventajas y desventajas de que las policías estatales del Mando Único tengan o no arraigo en los municipios, como lo marca la iniciativa en análisis.
Su compañero de bancada, senador Armando Ríos Piter, cuestionó cómo se monitorea que la policía no haga ningún cobro a los ciudadanos, pues dicha situación es columna vertebral del problema de corrupción. En el caso de los grandes municipios, como Guadalajara, preguntó si hay alguna preocupación ante el modelo que plantea la iniciativa.
Por el Partido Revolucionario Institucional, el senador Omar Fayad Meneses planteó la posibilidad de que en cada colonia exista un mando distinto y que tome decisiones. Además, cuestionó cuánto gasta cada municipio en su policía y si se utiliza el Fondo de Fortalecimiento Municipal para sostener a su policía, utilizado por municipios que no tienen policía.
Luis Sánchez Jiménez, del PRD, aseguró que el problema no sólo son las policías municipales, estatales y la federal, sino también la procuración y administración de justicia. La corrupción, agregó, “es lo que nos tiene en este momento en esta crisis de inseguridad y en esta crisis de credibilidad”. Cuestionó qué pasaría en un municipio que no tenga policía municipal.
Del mismo partido, el senador Alejandro Encinas señaló que se debe diferenciar entre mando único y policía única y delimitar el régimen de facultades, competencias y concurrencias en materia de seguridad pública.
Precisó que se pueden establecer mecanismos diferenciados, en los que se tome en cuenta las características de los municipios, porque “no veo una policía única encargándose de garantizar la seguridad en los municipios de usos y costumbres de Oaxaca o en las zonas indígenas de Chiapas o donde existen las policías comunitarias en Guerrero”.
Del PAN, el senador Roberto Gil Zuarth coincidió con los senadores en el hecho de que se deben definir las responsabilidades y cuestionó acerca de los problemas de coordinación que se tienen con las policías de municipios vecinos y de la policía estatal. En tanto que para fortalecer las policías, preguntó qué requieren como acciones inmediatas y dónde se debe situar a la policía de proximidad.
El senador Jesús Casillas Romero, del PRI, se refirió a la viabilidad de la policía de barrio para hacerse cargo de cada colonia.
En sus respuestas, el acalde de Guadalajara, Ramiro Hernández García, advirtió que no servirá una reforma si hay corrupción; es un instrumento que debe estar al alcance de decisiones que permitan un ejercicio de autoridad en función de las condiciones que prevalezcan en cada lugar.
Es necesario abrir campos para la toma de decisiones que no limiten el ejercicio de la autoridad y se requiere la suma de esfuerzos de los tres niveles de gobierno y de los actores políticos y sociales que hay en la comunidad, con lo que se tendrán mejores condiciones para operar.
Expresó que el apoyo de programas federales permite la capacitación de policía, equipamiento, y una infraestructura mejor, con lo que se ha mejorado la capacidad de respuesta. Sin embargo reconoció que se necesitan instituciones más sólidas, ya que las condiciones actuales de la delincuencia obligan a contar con policías calificadas y con mayor equipamiento tecnológico.
El alcalde de Nezahualcóyotl, Juan Manuel Zepeda Hernández, aseguró que no se puede incluir a todos los municipios en una reforma constitucional donde el mando único sea obligatorio y que no se tuviera la posibilidad de experimentar un modelo de policial coordinado como se hizo en el municipio de Nezahualcóyotl.
La reforma debe ser integral no sólo desde el ámbito de seguridad pública, sino también desde la impartición y procuración de justicia, pues la corrupción y delincuencia no están únicamente en la policía sino también en la procuraduría y el Poder Judicial, apuntó.
Recalcó que para fortalecer a los municipios se necesita la coordinación de los tres órdenes de gobierno y agregó que se debe buscar un esquema en el que en un mando coordinado, todos los que intervienen abonen con recursos. Asimismo, indicó que para este año, Nezahualcóyotl tiene 600 millones de pesos y se invierte 26 o 27 por ciento para fortalecer el mecanismo de seguridad.
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