El pasado 15 de diciembre, el personal técnico operativo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) recibió el aviso de un vigilante comunitario del Santuario Playa de Puerto Arista acerca del avistamiento de una hembra subadulta de elefante marino (Mirounga leonina), proveniente de la Patagonia en Argentina, a unos 7 mil 500 kilómetros aproximadamente desde su origen hasta el lugar donde fue encontrada, situado a kilómetro y medio al sureste del campamento.
El animal, ya había sido vista con anterioridad durante un primer avistamiento, el cual se dio a las 6 de la mañana en una zona conocida como Manglares de la Barra o la Barrita, rumbo a la bocabarra de Boca del Cielo. Los habitantes lo habían confundido con una ballena, pues el dorso del animal tenía esa apariencia cuando se asomaba sobre la superficie del agua.
Con una longitud de 3 metros de largo y un peso aproximado de 350 a 400 kilogramos, sorprendió con su llegada a la playa de puerto arista, de la cual irrumpió la tranquilidad con su sorprendente presencia, nada usual para esta playa del Pacífico mexicano.
Con el apoyo de los especialistas en mamíferos marinos, Arturo Romero Tenorio, de la Fundación Amikoo-Dolphinaris y del Dr. Juan Pablo Gallo Reynoso, investigador del CIAD (Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo), Unidad Guaymas, se identificó al elefante marino.
Es importante resaltar que esta especie se encuentra dentro de una lista de categorías de riesgo a nivel internacional. De acuerdo a comentarios de los especialistas y de la observación, no se trata de un varamiento, ya que el ejemplar puede valerse por sí mismo. Durante el segundo avistamiento alrededor de las 2:45 de la tarde, el personal del Santuario llegó al sitio donde se ubicó al ejemplar que había vuelto al agua, pues se asustó con la presencia de los turistas que se acercaban a grabar y tomarle fotos.
Según los testigos, viajó del sureste hacia al noreste de la línea de costa, sin embargo, sin una razón aparente, volvió al sur, llegando al centro de la playa de Puerto Arista. Resaltando que la afluencia turística no permitió que el mamífero descansara; asustado, regresó al mar.
Más tarde, volvió a realizar un arribo a la playa, esta vez, el personal del Santuario pudo montar vigilancia, apoyado por elementos de la Guardia Nacional, con lo cual el animal marino pudo descansar un breve momento.
De acuerdo a la coordinación del Santuario Playa de Puerto Arista y a los especialistas, el animal se encuentra saludable y sin algún tipo de herida, así como ningún indicio de captura incidental, por lo que no requirió ninguna acción de manejo. A las 7:30 pm personal del Santuario y de la región continuaban monitoreando al ejemplar en esta zona de la playa que se encontraba libre ya de presencia humana, perturbadora para el animal que volvió al mar durante su sorprendente pero momentánea aparición.
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