Agencia/MonitorSur/Ciudad de México- El público fue tímido, pero al final de la noche, finalmente se animó a participar en el performance que dio Guillermo Gómez-Peña, junto con La Pocha Nostra.
“Que esto sea como un sueño o una pesadilla colectiva”, dijo al inicio el performer chicano al más de centenar de personas que se congregó este jueves en la parte central del Museo de Arte Moderno.
Ex Machina 3.0 fue el título del performance de 2016, basado en el que estrenó en los años 90, Mapa Corpo.
El eje central es concebir el cuerpo humano como una metáfora del cuerpo político, en este caso particular, el de México.
Felipe Ehrenberg hizo la presentación de su colega Gómez-Peña, tras cubrirse el rostro con vendas y pintarse de negro, convirtiéndose de repente en la muerte.
El DJ Ricardiaco marcaba el tono de la noche con las mezclas que iba haciendo en vivo.
El performance tuvo dos estaciones: la de acupuntura y la de Xochipili.
En la primera, Balitrónica Gómez yacía desnuda sobre una camilla, sólo usando lentes de aviador. Una acupunturista le iba clavando 43 agujas, cada una con el logotipo de una corporación, lo mismo TV Azteca que Roche, el banco Santander o el Cártel del Golfo.
La segunda acción consistió en retirarle las banderillas, es decir, descolonizar el cuerpo de México.
“Estamos en el activismo imaginario, entonces vamos a deshacernos del Cártel del Golfo”, dijo Gómez-Peña momentos antes de que la acupunturista retirara la bandera del grupo.
Hubo un grito de júbilo y aplausos cuando retiraron la bandera del PRI.
En la segunda estación, Sergio García López, representando a Xochipili, tenía el cuerpo desnudo cubierto con granos de maíz, de los pies a la cabeza, también recostado sobre una camilla.
Nayla Altamirano la hacía de la cirujana que transformaba su cuerpo. Primero, rociando miel a la altura del corazón, para luego insertar más granos en forma de mandala.
Fue una metáfora alusiva al maíz transgénico.
La segunda acción de esta estación consistió en quitarle los granos de maíz que le cubrían el cuerpo comiéndolos, con la boca, para los más atrevidos.
De improviso, pero evidentemente preparada para realizarlo, una mujer ataviada con una especie de kimono negro y sombrero en forma de cono, subió a la tarima de acupuntura a posar y mostrar su cuerpo semidesnudo, acto celebrado por Gómez-Peña.
En un juego satírico, el performance terminó con Balitrónica -que representaba ya en ese momento a Estados Unidos- viendo fijamente a García López, quien representaba a México.
“Es el Marina Abramovich número 69”, bromeó Gómez-Peña, haciendo referencia al ejercicio performático que la artista presentó en el MoMA de Nueva York hace unos años.
Con información de Reforma.
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