MonitorSur, Buenas Aires.- La caída de la actividad económica, la crisis cambiaria y un aceleramiento de la inflación que aquejaron a la Argentina en los primeros seis meses de este año tuvieron como secuela un aumento de la pobreza en los principales centros urbanos del país.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) reportó el jueves que en el primer semestre de este año la pobreza afectaba al 27,3% de los argentinos contra 25,7% del segundo semestre de 2017. Si se le compara con el primer semestre del año pasado se redujo 1,3 por ciento.
“Es un número que esperábamos, que refleja las turbulencias, de los últimos meses y las dificultades, que estamos atravesando”, admitió el presidente Mauricio Macri en una declaración a la prensa tras conocerse el dato oficial.
La cifra de pobreza se conoce un día después de que el gobierno recibiera una ayuda extra de 7.100 millones de dólares por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) respecto al acuerdo original por 50.000 millones de dólares firmado en junio en medio de una crisis cambiaria que comenzó en mayo y se agravó en agosto.
Desde comienzos del año la moneda local, el peso, ha perdido más del 50% de su valor.
En una economía fuertemente atada al dólar como la argentina, el impacto de una devaluación se trasladó de inmediato a los precios. Esto sumado a los fuertes aumentos en tarifas de servicios públicos recalentaron la inflación, que según pronosticó el Banco Central será de al menos 40 por ciento este año.
La tasa de desocupación en el segundo trimestre arrojó 9,6 por ciento, mientras en julio la actividad económica cayó 2,7 por ciento respecto al mismo mes de 2017.
INDEC, que toma para su medición 31 conglomerados de todo el país, entre ellos la ciudad de Buenos Aires, detalló que 7,5 millones de personas que residen en ese universo se encuentran debajo de la línea de pobreza y 1,3 millones son indigentes, es decir, sus ingresos no alcanzan para procurarse una canasta de alimentos capaz de satisfacer un umbral mínimo de necesidades energéticas y proteicas.
Macri adelantó que no espera una mejora en la situación social para los próximos meses.
“A raíz de esta tormenta sabemos que las cosas van a tardar más, los resultados que iban a llegar antes ahora van a demorar y los indicadores de pobreza, de las mediciones de marzo y septiembre, también van a mostrar retrocesos”, indicó.
En este contexto, el gobierno aumentó las partidas destinadas al gasto social en el presupuesto previsto para 2019, que se debate actualmente en el Congreso.
“No vamos a dejar de hablar de la pobreza y menos dejar de trabajar para reducirla porque tengamos retrocesos. Vamos a mantener esta meta, hasta el final de mi mandato”, concluyó Macri, quien confirmó esta semana en Nueva York, donde asistió a la Asamblea de Naciones Unidas, que el próximo año buscará la reelección.
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