Agencias / MonitorSur / Chilpancingo, Guerrero.- La tercera investigación de la PGR y del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) deberá clarificar por qué sicarios de Guerreros Unidos (GU) declaran haber cometido ejecuciones e incineración de normalistas de Ayotzinapa en tres lugares distintos: el basurero de Cocula, una casa de seguridad en colonia Pueblo Viejo y en Loma del Coyote, estas dos últimas en Iguala.
Cabe destacar que el informe del GIEI pidió a la PGR profundizar en su investigación, por considerar que los normalistas no pudieron ser incinerados en el basurero de Cocula.
En su momento, el ex procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, afirmó que el número de normalistas que habría sido asesinado en Cocula “no lo vamos a precisar nunca”, porque “el grupo (de estudiantes) que llevaban (los sicarios de Guerreros Unidos) era bastante numeroso, pero no tenemos un número preciso, porque mientras unos nos declaran una cantidad, otros nos declaran otra”.
Según consta en la averiguación previa de la PGR sobre los hechos de Iguala, el sicario Martín Alejandro Macedo Barrera narró cómo atacaron a los estudiantes la noche del 26 de septiembre en dos grupos al mando del Choky, y luego los llevaron al lugar conocido como Loma del Coyote.
“Traíamos vigilados (a los normalistas) gracias a que en las entradas tenemos halcones, quienes avisaron que habían entrado por lo menos dos camiones; nos ubicamos en la entrada de la terminal Estrella de Oro.
“Nuestra misión consistía en vigilar que no hicieran relajo. Para esto íbamos a bordo de la camioneta Ram 250, color blanca, íbamos cuatro personas: la Mole, el Tiher, el Amarguras y yo, los cuales seguíamos de cerca a los dos camiones que se dirigían al centro (de Iguala).
“Al llegar a la plaza (frente al Palacio de Justicia de Iguala), comenzamos a escuchar que les aventaban a la gente piedras y hacían disparos, por lo que recibí instrucción de dispararles por parte del Chuky.
“El otro grupo lo traía el Chuky, quien fue siguiendo creo a un camión. Me dijo Chuky que ellos actuaron en periférico de la ciudad, siendo apoyados por la policía municipal. Supe que el Chuky si alcanzó a chingarse a varios ayotzinapos, ya que se estaban poniendo muy locos. Una vez que comienza a bajar a los estudiantes (de los camiones) comienzan a correr y logramos asegurar a 17, los cuales subimos a nuestras camionetas y los llevamos a la casa de seguridad de Loma del Coyote; los matamos inmediatamente, ya que no se querían someter, y como eran más que nosotros, Chuky dio la instrucción que les diéramos piso. Cuando detuvimos a los ayotzinapos no logramos asegurar ningún arma, pero vi cómo iban armados ocho en total. Algunos los mataron con el tiro de gracia en la cabeza, y a otros a golpes (…) para enterrarlos en el mismo rancho, y a siete (…) los quemaron por instrucción del Chuky.
Por su parte, el sicario Marco Antonio Ríos Berber narró: “Me avisó el Chuky que había levantado a tres ayotzinapos (…), llegando el Chuky a la colonia Guadalupe con los ayotzinapos, esto fue aproximadamente a la 1. El Chuky traía a los ayotzinapos arriba del Mustang y dijo que se iba a jalar para el cerro, fue cuando mandó que fuera a comprar diésel a la gasolinera de la calle Zaragoza; como a los 20 minutos regresó con ellos al cerro en la colonia Pueblo Viejo para dejarles el diésel. Ya habían matado a tres ayotzinapos, les pegaron un tiro en la cabeza, los aventaron al hoyo y les prendieron fuego hasta que se calcinaron”.
Ríos Berber afirmó que más tarde llegó otro sicario con otros 10 normalistas. “Dejamos vivos como a cuatro. A los seis muertos al hoyo, en donde les roció diésel y también les prendió fuego (…) y posteriormente taparon el hoyo con tierra y ramas, y ahí dejaron amarrados a los otros cuatro”.
El otro grupo de sicarios integrados por Patricio Reyes Landa, el Pato; Jonathan Osorio Gómez, el Jona, y Agustín García Reyes, el Chereje, dijo que por instrucción de Gildardo López Astudillo, el Gil, recibieron a más de 40 personas en Loma de Coyote, las cuales luego incineraron en el basurero de Cocula, hecho considerado por la PGR como la verdad histórica de los hechos de Iguala.
No obstante, el sicario Isaac Patiño Vela declaró que la noche del 26 de septiembre, el grupo que comandaba el Choky en Iguala sólo capturó a unos 15 estudiantes. Luego, el Chuky se trasladó a pueblo viejo donde llamó a Francisco Salgado Valladares, segundo al mando de la policía municipal, para decirle: “¿Entonces dónde me vas a entregar los paquetes?”, luego de la contestación de Salgado, el Chuky le respondió: “¿Y por qué vergas se los entregaste al Gil? Ya estás grande para que te pongas a trabajar bien”.
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