Monitor Sur
Washington, Estados Unidos, 28 agosto 2014.- Más de 8 millones de trabajadores, el 5 por ciento de la fuerza laboral de Estados Unidos, carece de protección por su estatus migratorio, denunció la mayor federación sindical del país, la AFL-CIO.
Una mayoría de los indocumentados se desempeña en medianas y grandes empresas, contribuyendo al PIB americano en cientos de miles de millones de dólares.
Sin embargo, no tiene protección ante despidos improcedentes, accidentes laborales, maltrato, etcétera. Su aportación a la fuerza laboral es aún mayor en estados como Nueva York, Arizona, Florida, California, Illinois, Nueva Jersey y Texas.
Así mismo, los sectores donde se emplea más mano de obra indocumentada son agricultura, construcción, restaurantes, alimentación y hoteles.
Manejando todos estos datos, la AFL-CIO lanzó esta semana una campaña en la que solicita la intervención del Presidente Barack Obama. Todo en el contexto de las movilizaciones de cara al “Día de los Trabajadores”, que en Estados Unidos se celebra el primer lunes de septiembre.
Se espera que la Casa Blanca apruebe después del verano una serie de medidas ejecutivas para mejorar la situación de los más de 11 millones de indocumentados que se calcula que hay en el país.
Ante el bloqueo de una solución legislativa –una reforma migratoria completa– en la Cámara de representantes, Obama baraja medidas “paliativas” a golpe de decreto.
La AFL-CIO exige que la Casa Blanca tenga en cuenta también los derechos laborales de los indocumentados y apruebe medidas que les permitan participar en asociaciones sindicales, disfrutar de beneficios y un trato equitativo, entre otras cosas.
“Recibimos muchas quejas porque hay empresas que intimidan (a los empleados indocumentados), que les roban parte del salario o que amenazan con denunciarlos (para que sean deportados)”, aseguró Kelly Rodríguez, asesora del vicepresidente de AFL-CIO.
Según los sindicatos, es común que el empleador se aproveche de estas carencias para contar con trabajadores muy baratos y fácilmente explotables.
“Muchos los contratan precisamente por eso”, dijo Rodríguez.
Entre otras cosas, AFL-CIO solicita que Obama suspenda la deportación para empleados en la economía informal, tales como trabajadores domésticos, jornaleros o cuidadores de enfermos a domicilio. Así mismo, pide mayor protección para indocumentados implicados en disputas laborales o que intentan sindicalizarse.
También se solicita la concesión de visas “U” (víctima de violencia) para aquellos que sufran abusos en el puesto de trabajo.(Con información de Reforma)
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