Agencias / MonitorSur, CIUDAD DE MÉXICO .- Una de las mejores lecciones que tiene la humanidad está en su propia historia. Ya sea como seres independientes, como comunidad o sociedad global, el pasado alberga una infinidad de errores y aciertos que deberían servir para encaminar nuestro presente y futuro. Sin embargo, la nueva serie documental de HBO se encarga de repasar el capítulo más aborrecible de la humanidad y demostrar cómo, aunque pase el tiempo, la lección nunca termina de ser aprendida.
Exterminad a todos los salvajes repasa el origen de la ideología detrás de la supremacía blanca, colocando sus orígenes en España y Europa, mientras desafía al público a reconstruir las nociones aprendidas del pasado. Porque, en definitiva, todo depende de cómo y quién cuente la historia.
A pesar de ser una serie corta, de apenas cuatro capítulos, no recomiendo ver Exterminad a todos los salvajes en forma de maratón. Es tan punzante y estremecedora que resulta imposible no sentir la necesidad de pausar y darnos tiempo para digerir la información, absorberla, analizarla y comprenderla. Debido a mi profesión cometí el error de verla en un día y confieso que hace tiempo que no sentía tal agotamiento emocional y mental tras ver una serie.
Exterminad a todos los salvajes es una serie experimental en donde el director afroamericano Raoul Peck (responsable del estremecedor documental nominado al Óscar I am not your negro) expone su reflexión sobre la relación entre el genocidio y el exterminio colonial desde América hasta África, pasando por la esclavitud, el fascismo y la guerra, como prueba aborrecible de la supremacía blanca a lo largo de la historia, para llegar a un análisis sobre su impacto en nuestra sociedad actual.
Y en todo esto el director hace un análisis arrollador sobre el rol que habría cumplido la Inquisición y el colonialismo español en la historia de la humanidad como método de exterminio y origen del racismo.
Según las ideas propuestas por Raoul Peck, el origen de la ideología detrás de la supremacía blanca no habría nacido con Hitler y su régimen nazi, sino en 1478 cuando el Papa Sixto IV constituyó oficialmente la Inquisición española, y cuya intención era investigar la sangre pura de los judíos convertidos. Aquella idea partió de la base que los cristianos europeos tenían sangre limpia, mientras el resto eran de sangre impura. El documental reflexiona cómo el origen de la supremacía blanca habría partido de este concepto de unificar la idea de la “sangre pura” con la raza, llevando a la noción “aceptable” entre europeos de esclavizar o exterminar al resto de humanos impuros.
Fue durante aquella etapa que Colón llegó a América y en lugar de retratar aquel periodo como lo hicieron los libros de texto durante décadas, con la versión europea como voz cantante, Raoul Peck expone con total brutalidad la tragedia que supuso la llegada de los conquistadores blancos dando como resultado un verdadero genocidio. Según los datos presentados en su documental, el 90% de la población aborigen del continente americano habría desaparecido en los primeros 100 años de la colonización. Y no precisamente por guerras, sino por el trato de trabajo inhumano al que fueron forzados, enfermedades traídas por los recién llegados y el hambre.
La serie retrata la supuesta avaricia del “conquistador” y la crueldad justificada en esa noción de superioridad racial que les hacía sentirse puros y por encima de aquellas comunidades, dando como resultado masacres y esclavitud. A medida que avanza en su relato, Exterminad a todos los salvajes unifica la llegada de los reinados europeos a diferentes rincones de América con las mismas tácticas de destrucción masiva, sobre todo en el exterminio de las comunidades nativas de EEUU con la venta forzada de sus tierras a inmigrantes blancos.
De esta manera, la serie hila los cabos de la historia para desembocar en una reflexión sobre la implicación que podría haber tenido aquel inicio colonial con la noción de superioridad por el color de la piel, llegando al momento que Bartolomé de las Casas propuso la libertad para los indígenas a favor de la esclavitud para los africanos, dando como resultado 12.521.337 cautivos africanos embarcados como esclavos hacia tierras americanas entre 1501 y 1875 (según las cifras expuestas en la serie).
A través de recreaciones dramatizadas con el actor Josh Hartnett, imágenes de archivo y animaciones de diferentes estilos, la serie hace un retrato punzante del racismo y la aborrecible supremacía racial, trasladando el pasado -desde el colonialismo al exterminio judío nazi y las bombas nucleares- para llegar a nuestro presente con la lucha actual que mantienen las últimas comunidades aborígenes de EEUU por sus tierras, el racismo, la política de división de Donald Trump, etc.
Merece la pena destacar que si Exterminad a todos los salvajes es una de las series documentales más efectivas de los últimos meses -al conseguir su propósito de provocar e incentivar el debate- es gracias a la implicación personal de su director, quien se coloca como narrador con una voz dolida y rasgada, y ejemplo en primera plana como ser humano que busca comprender el odio y la violencia del ser humano. Para él, nacido en Haití, criado en EEUU y habiendo viajado por todo el mundo, “la neutralidad no es una opción”.
Estamos ante una serie experimental que salta en el tiempo, se implica y arrasa, provocando un puñetazo histórico en el estómago del mundo.
Con información de la agencia ‘EFE’.
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