Foto distribuida de los aspirantes a la gubernatura de Morena
Juan Balboa
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 20 febrero 2017.-El parque camionero y vehicular, en general, instalado en unas 20 cuadras del poniente de Tuxtla Gutiérrez, alrededor del histórico Parque Morelos – bautizado por la gracia del millonario presupuesto perdido que manejo Juan Sabines Guerrero como Parque Bicentenario, en la conocida La Lomita- se asemejaba a un cierre de campaña en Chiapas de Carlos Salinas de Gortari o de Enrique Peña Nieto.
Estaba equivocado, era un acto político presidido por el presidente del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, para firmar el “Acuerdo Político de Unidad por la Prosperidad del Pueblo y el Renacimiento de México” en Chiapas”.
Cada cuadra que caminabas entre la quinta norte y quinta sur; o la sexta y décima poniente de la capital chiapaneca sólo encontraba decenas de autobuses, combis, taxis y los clásicos todo terreno que usan funcionarios estatales, municipales, empresarios y, desde luego, personajes vinculados a la corrupción o al crimen organizado.
No puedo asegurar quién era mero funcionario del gabinete de Manuel Velasco Coello o qué presidente municipal que llevo su rebaño pagó con su dinero o con el erario público.
Lo cierto, lo palpable era que dos altos funcionarios –en el argot político se le conoce como socios o cómplices- del gobierno de Manuel Velasco Coello no podían estar quietos. Placido Morales, Jefe de Gabinete, y Rutilio Escandón, el tercer poder en Chiapas, como Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia tenían a su cargo el evento.
Los dos altos funcionarios que con presupuesto del gobierno de Chiapas, no de ellos, y por órdenes del gobernador Manuel Velasco Coello hicieron realidad lo que no hizo Moisés, el hombre encomendado por Dios para liberar al pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto.
En una mañana calurosa de domingo Conejo (así se les conoce a los nacidos en la capital de Chiapas) todo era movimiento: Desde las seis de la mañana unas dos centenas de personas caminaban hacia Caña Hueca para iniciar una carrera conocida como “Regreso a Casa” que los llevaría a la antigua escuela de ICACH, ubicada en segunda sur oriente; a esa hora empezaron aparecer los primeros camiones, pero los operadores de los funcionarios del gobierno de Manuel Velasco Coello ya estaban en la logística.
Cuando la carrera finalizó (entre las 9 y 10 de la mañana) en la histórica y querida escuela conocida como Instituto de Ciencias y Artes de Chiapas (ICACH), fundada el 15 de mayo de 1944 en su mayoría por exiliados españoles que huyeron de la dictadura de Franco, el Parque Morelos bautizadas por los millones de pesos perdidos del gobierno de Sabines Guerrero era un hervidero.
Desde el primer escalón del asta bandera, lo más cercanos a La Lomita, hasta la segunda sur, frente al edificio de la rectoría de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, era casi imposible moverse.
Había camiones con todos los logotipos: desde los evangélicos chamulas de la Hormiga de San Cristóbal hasta los católicos de Chenalhó. Todos hasta hace un año del partido verde, ya fumigado por los chiapanecos
Habíamos caminado casi las 20 cuadras alrededor, era impresionante el parqueo, no había lugar para estacionarse. .
Dejamos mi vocho a un kilómetro del templete. Llegamos tarde. Nunca pude llegar al asta bandera de Tuxtla Gutiérrez.
En el camino, mucha gente conocida: el ochentero chiapaneco buscó camino en el PRI, muchos venían del Partido Comunista; el pesunero (PSUM) o el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMS) que trabajaron años en buscar un Chiapas un gobierno que fuera diferente a los demás de la República Mexicana.
Me encontré con gente que conocí en otros dos o tres partidos; más que eso, me encontré con gente que no sólo luchamos en muchos años, planificamos estrategia, hoy se presentaron en el mitin de López Obrador como cuatro organizaciones diferentes.
Tres de los cinco “ciudadanos chiapanecos” que buscan la candidatura de Moreno se hicieron presente. Placido Morales y Rutilio Cruz Escandón traen mucha plata del gobierno del estado; el otro aparecido, Zoe Robledo, el hombre clave de Juan Sabines, vive de lo que su padre conocido en Chiapas como La Bruja, logre.
En fin, fue un domingo de política caliente y apenas es el arranque.
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