Agencias / MonitorSur, XALAPA, Veracruz .- En una inusitada audiencia virtual donde se decidiría si 24 personas señaladas de pertenecer a un banda de microtráfico de drogas irían a la cárcel, un juez colombiano perdió el control, llamó torturadores y asesinos a los investigadores, basó sus decisiones en la Biblia y dictó arresto domiciliario a un indigente.
Mientras examinaba el caso por videoconferencia, Ramiro Andrés Rivero Álvarez, titular del juzgado tercero penal municipal de Bucaramanga, explotó y arremetió contra varias personas que participaban en el juicio debido a que hubo fallas en la conexión a internet y se hizo complicado establecer comunicación con los capturados que estaban detenidos en varias estaciones de Policía.
Rivero embistió contra los investigadores que habían participado en el operativo, que se extendió por unos dos años antes de capturar a los presuntos integrantes de la banda ‘Los carritos’.
“Cada vez que les dé una indicación obedecen, sino los vamos mandar investigar. ¡Porque para agarrar a la gente con los táser, para torturarlos, para agarrarlos a pata en los CAI [unidades de la Policía], para matarlos sí sirven! Pero para colaborar con estas audiencias, no”, dijo con referencia al caso del taxista Javier Ordóñez, quien murió tras ser víctima de abuso policial en Bogotá.
El descargo prosiguió: “¡Me hacen el favor y se ponen serios. Acá no están hablando ni con la mamá de ustedes ni con su papá, les habla un juez de la República y ustedes están obligados a seguir las indicaciones!”.
“Usted no está capacitada”
Ante la tensa situación, la fiscal jefa del caso, Nubia Mujica, trató de calmar los ánimos, pero tampoco se salvó de los reclamos de Rivero. “Usted señora fiscal, es una gran persona, pero no está capacitada para venir a estas audiencias”, dijo.
En medio de la reprimenda, la fiscal le manifestó al jurista que todos los detenidos estaban en la audiencia, a lo que este respondió que aunque veía a varias personas, no podía saber si eran los capturados porque ninguno se había identificado. “No me interrumpa“, soltó.
“Estoy supremamente estresado”
En el momento de mayor tensión, Rivero manifestó que se encontraba “supremamente estresado y cansado” porque sufría de “acoso laboral” por parte del centro de servicios judiciales. “Tengo que realizar esta audiencia y al mismo tiempo cuidar a mi bebé“, afirmó.
Aunque la Fiscalía señaló a los detenidos de cometer varios delitos, el juez determinó que ninguno de los miembros de la banda debía ir a la cárcel y que en su lugar debían cumplir arresto domiciliario.
Uno de los detenidos intervino para decir que vivía en la calle por lo que no podría cumplir la orden. Tras escuchar esto, el juez empezó a hablar de parábolas bíblicas: “Todas las falencias o insuficiencias que tuvo le van a ser recompensadas en la otra vida” y “quienes tenemos más facilidades económicas nos vamos a ir para el infierno”.
Ante el asombro de los participantes, otro episodio mucho más inusitado se produjo cuando Rivero le preguntó al detenido por su lugar de residencia, a lo que este contestó que dormía “donde lo agarrara la noche” y refirió la dirección de la zona que más frecuentaba, que finalmente quedó establecida como su lugar habitación en el documento legal.
Sin embargo, las autoridades posteriormente constataron que el sitio referido por el arrestado es un cruce de calles y que se presenta un vacío legal al no saber cómo cumplir la orden del togado.
Con información de la agencia ‘RT’.
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