Un simple imán procedente de China pone en aprietos a los cazas F-35
Agencias, Ciudad de México.- ¿Paranoia? ¿Una medida razonada? No tenemos muy claro si se trata de una cosa o de la otra, pero la realidad es que Estados Unidos ha paralizado de forma fulminante la entrega de los sofisticados cazas F-35 al detectarse que uno de sus componentes se había fabricado en China.
Según recoge The Drive, el Pentágono habría paralizado por completo la entrega de las mencionadas aeronaves al detectarse una parte proveniente de China. Y no, no pienses en un sensor o algún automatismo: se trata únicamente de una parte de la aleación que se emplea en unos imanes del caza.
Al parecer, en una investigación interna se ha detectado que este imán ha sido fabricado utilizando cobalto y aleación de samario procedentes del citado país, motivo suficiente para disparar todas las alarmas y paralizar el suministro de los cazas.
Estamos hablando del componente de una aleación que posteriormente se imanta en Estados Unidos, pero parece que en la coyuntura geopolítica actual, la procedencia del mismo es todo un asunto de estado. Ahora bien, ¿Se cancela definitivamente el suministro de los cazas afectados?
Según parece, ha sido solo un sobresalto, puesto que el Pentágono ha llegado a la conclusión de que este material no tiene ninguna afección en la operatividad de los aviones. Así las cosas, los envíos retenidos se han vuelto a poner en marcha y los cazas operan con normalidad.
Nada proveniente de China
Sin embargo, en las sucesivas unidades se comprobará que estos componentes no vengan de China. De hecho, esta drástica medida, que ha copado los titulares de los medios especializados, ha afectado únicamente a tres unidades F-35, según ha informado una portavoz de Lockheed, su fabricante. Y por si te lo estás preguntando, no se sabe a qué países iban destinadas estas aeronaves.
¿Por qué se detiene la entrega de unos cazas que cuentan con un componente que no afecta a su operatividad? Si bien es tentador pensar que estamos ante una medida “anti China” en unos momentos de tensión bélica y geopolítica, lo cierto es que se debe a que estos cazas no cumplen con las especificaciones de la normativa de Defensa estadounidense Defense Federal Acquisition Regulations Supplement (DFARS, por sus siglas en inglés).
Lockheed ha corrido a aclarar que dichos imanes no tienen acceso “a ningún tipo de información crítica” y que los F-35 son “totalmente seguros”, lo que no ha evitado que los proveedores de componentes hayan corrido a buscar una alternativa al mercado chino para cumplir con la exigente DFARS.
Y no creas que cambiar de proveedor es tarea fácil en una empresa de estas características: los F-35 se componen de más de 300,000 elementos que son provistos por más de 1,700 proveedores que son sometidos a exhaustivos controles de calidad en todo el proceso.
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