Una medusa llamada “motonetos”
Raúl Vera / Columna Vertebral
Ayer por la tarde la fiscalía general del estado anunció la detención del líder de los “montoneto”, identificado como David “N” y como si fuera una afrenta, cinco horas más tarde, un par de “motonetos” ejecutó a un par de jóvenes que se movilizaban en una motocicleta por el libramiento norte de San Cristóbal de Las Casas.
Esta no es la primera vez que a la par del discurso oficial o eventos realizados en San Cristóbal se den hechos violentos que contradicen la línea oficial; el primero fue en la primera visita a la ciudad, del gobernador Eduardo Ramírez Aguilar, 17 de diciembre, cuando ejecutaron a dos hombres en el barrio de Guadalupe. La segunda fue semana pasada cuando se realizó la presentación de la Estrategia de Construcción de Paz, para Chiapas y el gobernador estaba acompañado del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, y la secretaria de gobernación Rosa Isela Rodríguez. Ese día por la mañana ejecutaron a un joven en el periferico norte de San Cristóbal de Las Casas.
Los “motonetos” no es una organización monolítica con un solo liderazgo, cualquier chamaco puede ser “motoneto”, el detenido de ayer, debe ser de los pesos pesados en esa franquicia delictiva, pero no es el líder, ni el único líder.
La zona norte de San Cristóbal creció sin control desde 1994, en ese año dio inicio un proyecto llamado Región Autónoma Pluriétnica, cristalizado en lo que ahora se conoce como Col. 1o de enero y otras colindantes. La RAP fue un proyecto encabezado por la izquierda que apoyaba al zapatismo, y nació con base a un estudio del antropólogo Héctor Díaz Polanco, que desarrolló un estudio sobre ese tema con los Misquitos de la Costa atlántica en la Nicaragua sandinista de 1980 y eso sentó las bases para el proyecto de los desplazados de la zona norte de SCLC. El experimento social llevó a que esa zona de la ciudad quedara sin control del Estado Nacional, un Estado anárquico, dentro de otro estado, un Estado sin ley.
Las nuevas colonias se conformaron por expulsados de otros municipios de los Altos de Chiapas, muchos por motivos religiosos y otros por la violencia Inter comunitaria que desató el movimiento zapatista.
Es ahí donde tiene su origen el fenómeno de los “motonetos”, jóvenes que no encuentran empleo en un San Cristóbal donde la economía no crece y en el que pocos logran seguir sus estudios o conseguir trabajo digno, las famosas causas estructurales de la sublevación zapatista ahí siguen y hay que añadir que ahora se vive la llegada del CO y el uso masivo de drogas duras.
Los castigos ejemplares como la detención de ayer, ayudan, pero el trabajo debe ir más allá, ya que el fenómeno de los “motonetos” es una estructura de múltiples pandillas disputando control de mercados, territorios, negocios sucios, enfrentadas entre sí o simplemente sirven a los políticos en turno.
Se sabe que en la zona norte cualquiera joven que tenga una motoneta, con necesidades de dinero puede ir a pedir rentada un arma y hacer un “trabajito”, como lo vimos la noche de ayer.
En ese territorio predominan dos factores que no han podido evitar la violencia; la religión y los programas sociales, la zona norte de San Cristóbal, es controlada por iglesias protestantes, que ni con todo su verbo del castigo divino, que se difunde en más de 50 radios piratas y templos, han podido parar la violencia.
El otro factor son las becas del gobierno federal, la consigna “becario si, sicario no” de poco ha servido, solamente en este primer mes del nuevo gobierno de Chiapas, en esa zona han ultimado a 7 personas.
Creo que las operaciones exitosas que el grupo PAKAL y las otras fuerzas de reacción inmediata, tienen que operar en la zona norte, porque definitivamente David “N” es tan solo uno de los tantos lideres de esa medusa llamada “motonetos”.
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