Agencias, Ciudad de México.- La tecnología avanza a pasos agigantados y cada vez nos sorprende con nuevos inventos y descubrimientos. Uno de ellos es el proyecto Neuralink, una empresa fundada por el multimillonario Elon Musk, que busca conectar el cerebro humano con una interfaz digital.

Neuralink tiene como objetivo desarrollar implantes cerebrales que puedan comunicarse con dispositivos externos, como computadoras o teléfonos inteligentes, mediante señales eléctricas. Estos implantes podrían tener múltiples aplicaciones, desde mejorar la salud y la calidad de vida de las personas con discapacidades o enfermedades neurológicas, hasta potenciar las capacidades cognitivas o sensoriales de los usuarios.

Uno de los avances más recientes de Neuralink es el control remoto de ratones mediante una conexión inalámbrica entre el cerebro de un mono y el de un roedor. Según explicó Musk en una entrevista con Joe Rogan, el experimento consistió en implantar electrodos en el cerebro de ambos animales y establecer una comunicación bidireccional entre ellos.

“El mono tiene un implante Neuralink en su cráneo con pequeños cables que van a su corteza motora. El ratón también tiene un implante Neuralink en su cráneo con pequeños cables que van a su corteza motora. Y luego hay una conexión inalámbrica entre los dos”, dijo Musk.

El empresario aseguró que el mono podía controlar los movimientos del ratón con solo pensarlos, e incluso hacerlo correr o saltar. Además, afirmó que el ratón podía enviar información al mono, como la temperatura o la textura de lo que tocaba.

“Es como si el mono tuviera un sexto sentido”, comentó Musk, quien añadió que este tipo de experimentos podrían ayudar a entender mejor el funcionamiento del cerebro y a desarrollar terapias para tratar diversas condiciones.

Sin embargo, no todos ven con buenos ojos este tipo de investigaciones, que plantean importantes dilemas éticos y sociales. Algunos expertos y organizaciones defensoras de los derechos de los animales han criticado duramente a Neuralink por someter a los animales a procedimientos invasivos e innecesarios, que podrían causarles daños físicos y psicológicos.

Además, hay quienes cuestionan la seguridad y la privacidad de estos implantes cerebrales, que podrían ser vulnerables a ataques informáticos o a usos malintencionados. También se plantea el riesgo de que estos dispositivos alteren la identidad o la personalidad de las personas, o que generen desigualdades o conflictos entre quienes los usen y quienes no.

Estas son algunas de las preguntas y desafíos que plantea la tecnología de Neuralink, que aún está en una fase muy temprana de desarrollo y que requiere de más estudios y pruebas antes de llegar al mercado. Mientras tanto, seguiremos atentos a las novedades que nos traiga esta empresa, que promete revolucionar el campo de la neurociencia y la inteligencia artificial.

Con información de: Yahoo Finanzas