México, DF, 25 de febrero 2015 (Círculo Digital).- Según un reportaje del diario Milenio, confirma que hay documentos que avalan que el 27 Batallón de Infantería con sede en Iguala estaban al tanto de todo lo que acontecía en dicho lugar aquella noche, pero que no intervinieron mientras ocurrían las agresiones contra quienes resultaron muertos, heridos o levantados por policías de Iguala, Cocula y miembros de la banda Guerreros Unidos.
El comandante del 27 Batallón de Infantería, era quien se comunicaba e informaba los acontecimientos que se estaba gestando a la Comandancia de la 35 Zona Militar con sede en Chilpancingo, además se le notificaba también, al jefe policial de Iguala, Felipe Flores, quien está prófugo desde entonces.
“Sobre la carretera Iguala-Chilpancingo, frente al Palacio de Justicia, (soldados o testigos, no queda claro) ubicaron otro autobús, el cual fue detenido por dos patrullas de la policía municipal, los cuales, con palabras altisonantes, les mencionaron a los estudiantes que descendieran del autobús”
“Aproximadamente 22:30 horas, arribaron al lugar tres patrullas más, a bordo de las cuales bajaron policías vestidos de negro, encapuchados, los cuales les dijeron a los estudiantes que se bajaran, por lo que los estudiantes les mencionaron que tenían compañeros heridos, sin especificar de qué tipo. Aproximadamente 22:35 horas, los policías que llegaron trataron de bajar a los estudiantes del autobús”.
Más tarde, luego de los tiroteos, fue cuando los militares tuvieron contacto con varios estudiantes en dos instalaciones clínicas: el Hospital General y el hospital Cristina, cercanos a su cuartel.
En los reportes se afirma que los soldados no detuvieron ni trasladaron a ninguno de los normalistas que estaban en esos hospitales aquella noche ni la madrugada del día siguiente. Hoy se sabe que así fue, ya que se trataba de sobrevivientes de los violentos acontecimientos perpetrados por criminales con y sin uniforme.
Los soldados únicamente verificaron la identidad de los 25 heridos y, al percatarse que se trataba de estudiantes y no de delincuentes, no procedieron de ninguna forma contra ellos, se informa en los mensajes castrenses.
También se confirma en las bitácoras de “entradas” y “salidas” del cuartel del 27 Batallón de Infantería que una docena de padres de los normalistas y líderes estudiantiles se presentaron ahí un día después de los hechos, para solicitar ayuda, a fin de hallar a 57 personas que hasta ese momento se daban por desaparecidas. Horas después, la lista de levantados se reduciría a 43, ya que 14 jóvenes fueron apareciendo vivos en sus domicilios y en Ayotzinapa. (Con información de Milenio)
CA
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