Agencias, Ciudad e México.- Un empresario en Miami se declaró culpable de recibir pagos del gobierno venezolano a cambio de hacerle mantenimiento a la flota de aviones de combate rusos que tiene el país sudamericano, en violación de las sanciones impuestas por Estados Unidos.
Jorge Nobrega admitió en el tribunal que la empresa petrolera venezolana PDVSA le pagó el equivalente de unos 3.5 millones de dólares en una cuenta que él abrió en Portugal.
Nobrega reconoció que los pagos provenían de cuentas de Tipco, una compañía tailandesa productora de asfalto que es cliente de antaño de PDVSA. Tipco, una empresa de libre cotización cuyo rol en ayudar a Venezuela a evadir sanciones estadounidenses fue objeto de una investigación de The Associated Press en 2020, no está siendo procesada.
El caso contra Nobrega, quien tiene doble ciudadanía venezolana-estadounidense, se destaca de otros en torno a Venezuela porque es uno de los primeros que indaga los negocios de las fuerzas armadas venezolanas, una importante base de apoyo del presidente Nicolás Maduro.
Al anunciar los cargos el año pasado, la fiscalía dijo que Nobrega, de 52 años, estuvo en varias bases aéreas en Venezuela, había volado en aeronaves militares venezolanas y tenía amigos en las fuerzas armadas de ese país. Su empresa Achabal Technologies, registrada en Florida, le vendió a Venezuela material aislante para proteger a los tanques de combustible de los aviones de combate Sukhoi en caso de que caigan bajo fuego enemigo.
En una reunión grabada con un informante no identificado, Nobrega supuestamente se ufanó de haberse reunido con el ministro de defensa venezolano Vladimir Padrino López y comparó el plan con una “diálisis” que le ahorraría a Venezuela tener que enviar los aviones a Rusia para su mantenimiento o reparación.
PDVSA le debía dinero a Nobrega por trabajos que él le hizo a la empresa petrolera antes de que Estados Unidos impusiera sus sanciones en enero de 2019. Pero los pagos llevaban la condición de que Nobrega preste otros servicios a las fuerzas armadas venezolanas.
Bajo la dirección de cómplices, Nobrega abrió una cuenta bancaria en Portugal en las que recibió pagos de Tipco a nombre de PDVSA, entre marzo de 2019 y marzo de 2020. Aproximadamente la mitad del dinero fue luego transferido a las cuentas bancarias de Achabal en Miami. Documentos obtenidos por la AP muestran que otras dos empresas, también registradas en Estados Unidos pero no afiliadas con Nobrega, recibieron otros 4.1 millones de dólares de esa misma manera.
Las sanciones le prohíben a toda empresa estadounidense —y a quienes las ayudan— hacer negocios con PDVSA a menos que tengan permiso especial del Departamento del Tesoro.
Además de eso, toda exportación de material o servicios militares tiene que tener permiso del Departamento de Estado, que Achabal no tenía.
Nobrega podría ser sentenciado a hasta cinco años de cárcel.
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