La hipocresía de quienes no quieren futbolistas naturalizados en el Tri
Agencias, Ciudad de México.- Julián Quiñones se encuentra en plenos preparativos para su posible participación con la Selección Mexicana. A pesar de que aún no puede debutar oficialmente debido a la falta de su carta de naturalización, ha sido convocado por Jaime Lozano para unirse a la concentración actual del Tri, que se está preparando para enfrentar a Australia y Uzbekistán en dos partidos amistosos. La idea detrás de esta decisión es permitir que Quiñones se adapte rápidamente al equipo y establezca lazos con sus compañeros antes de que pueda jugar de manera oficial.
Sin embargo, la llegada de Quiñones ha generado controversia en la prensa y entre los aficionados. Uno de los comentarios críticos provino del periodista de ESPN, Heriberto Murrieta, quien publicó un tuit desafortunado. Murrieta escribió: “Pónganle la camiseta verde al naturalizado de moda. Como si esta fuera la solución para el fútbol mexicano”. En lugar de centrarse en un análisis futbolístico que considerara la escasez de talento en las fuerzas básicas del fútbol mexicano, Murrieta optó por lanzar comentarios despectivos y discriminatorios directamente contra Quiñones.
Es importante preguntarnos si la opinión de Murrieta debería prevalecer por encima de la Constitución Mexicana, que eventualmente otorgará a Quiñones los mismos derechos y responsabilidades que a cualquier otro ciudadano mexicano una vez que obtenga su carta de naturalización. Murrieta parece estar encubriendo su discriminación detrás de argumentos futbolísticos. Afirma que llevar a Quiñones al equipo nacional es una decisión simplista a corto plazo que no aborda los problemas fundamentales del fútbol mexicano. Si bien esto puede ser cierto, no debemos olvidar que ningún juicio deportivo puede superar los derechos fundamentales de una persona.
La contradicción es evidente entre quienes rechazan a Quiñones. Llegó a México a la edad de 18 años y se puede considerar que Tigres, su primer club profesional, contribuyó significativamente a su formación. ¿Cuál es entonces el problema? ¿Por qué no se aplica el mismo escrutinio a jugadores como Santiago Giménez? Giménez, delantero del Feyenoord, nació en Buenos Aires, Argentina, y sus padres son argentinos. Aunque llegó a México a los tres años, creció y vivió la mayor parte de su vida en el país, obteniendo la nacionalidad mexicana. La hipocresía de quienes critican a Quiñones se hace evidente al no cuestionar el caso de Giménez.
Nunca se ha cuestionado que Giménez no naciera en México ni tuviera vínculos “de sangre” con el país, mientras que se critica abiertamente a Quiñones por lo mismo. Se argumenta que la diferencia de edad y el tiempo en México justifican esta disparidad, pero debemos considerar que Quiñones también tuvo la oportunidad de jugar para Colombia y eligió México. Además, lleva ocho años en el país, lo que representa un período significativo. Giménez, por su parte, rechazó la oportunidad de representar a Argentina en la sub-23, lo cual fue aplaudido públicamente. Entonces, ¿por qué tanta hostilidad hacia Quiñones, quien muestra gratitud y sentido de pertenencia hacia México?
La decisión de Quiñones demuestra su compromiso, pero incluso esto no parece ser suficiente para algunos críticos. Argumentan que eligió México para tener una oportunidad más sencilla de jugar en un Mundial, aunque Colombia también podría clasificarse. ¿No podríamos aplicar el mismo razonamiento a Santiago Giménez? A pesar de su éxito en Países Bajos, ¿es realmente mejor jugador que Julián Álvarez, campeón del mundo y figura del Mundial 2022, o que Lautaro Martínez, buscado por los clubes más grandes de Europa y capitán del Inter de Milán?
Otro ejemplo es Randy Arozarena, quien dejó una impresión positiva en México durante el Clásico Mundial de Béisbol. Nadie cuestionó su naturalización. Esto demuestra que México da la bienvenida a algunos naturalizados mientras que a otros no. La famosa frase de Chavela Vargas, “¡Los mexicanos nacemos donde nos da la chingada gana!”, parece aplicarse selectivamente en este país. Al final del día, lo que debería importar es la contribución y el compromiso de un jugador con la camiseta nacional, más allá de su lugar de nacimiento o su historia personal.
Con información de: Yahoo Deportes
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