Agencias / MonitorSur, CIUDAD DE MÉXICO .- Por increíble que parezca, llevábamos unos cuantos años sin ver a Kate Winslet en un proyecto a gran escala. Y digo increíble porque se trata de una de esas actrices que los cinéfilos siempre tenemos presentes, como nos pasa con Amy Adams o Nicole Kidman. Están ahí, en nuestro radar, hagan lo que hagan. Después de ponerse en manos de Woody Allen para Wonder Wheel (La noria de Coney Island) -para luego arrepentirse de haber trabajado con el cineasta-, y pasar un frío de muerte rodando La montaña entre nosotros -ambas estrenadas en 2017- la eterna Rose de Titanic pasó a un segundo plano para centrarse en su familia y en trabajos de doblaje.
Pero en 2021, Kate Winslet nos demuestra que su talento sigue en estado de gracia. Simplemente lo estaba invernando para despertarlo cuando llegara el proyecto adecuado. Y por fin, amigos lectores, el momento ha llegado.
Kate ha optado por entregarse al máximo, desnudando su talento con una naturalidad arrolladora en cine y televisión. Y la primera prueba que tenemos de ello se titula Mare of Easttown, la nueva serie de HBO.
La segunda prueba la encontramos en el drama biográfico Ammonite, donde interpreta a la paleontóloga de los años 1800s, Mary Anning, y comparte un romance clandestino con Saoirse Ronan. Tuve la oportunidad de ver la película durante el pasado Festival de Cine de Londres, y aunque todavía esté pendiente de estreno en España, puedo confirmar que se trata de uno de los mejores trabajos interpretativos de Kate. Ammonite y Mare of Easttown conforman un tándem perfecto para demostrar que la actriz está viviendo su mejor momento, desnudando su talento sin frenos, dejando que las emociones escondidas de dos personajes intensamente reprimidos saquen a relucir lo mejor de su magia interpretativa.
Pero de momento debemos conformarnos con Mare of Easttown, una serie criminal de siete episodios que comienza a paso lento y tímido pero que va cogiendo ritmo a medida que avanza su historia. Si el primer episodio -ya disponible en la plataforma de HBO España- les resulta confuso al no terminar de definir su historia o género, no desistan. Estamos ante una serie de cocción lenta, y tras ver sus primeros cinco episodios puedo confirmarles que merece la pena seguir cada entrega (como es habitual en HBO, se estrenará un episodio por semana -en este caso los lunes-).
En Mare of Easttown, Kate Winslet interpreta a Mare Sheehan, una detective de un pequeño pueblo de Pensilvania que se ve forzada a reabrir un caso de desaparición a regañadientes. Está convencida de haber agotado las vías de investigación posibles, sin embargo, todo cambia con otra desaparición y un asesinato que podrían estar ligados al caso.
Pero mientras investiga junto a un nuevo compañero (forma una dupla inesperadamente efectiva con Evan Peters), su vida personal comienza a quebrarse de nuevo.
Mare es un personaje que no conecta con la audiencia de forma instantánea. Estamos ante una mujer aparentemente fría y distante, cansada, reacia y gruñona, aburrida de la rutina y agotada de cargar con la presión de una familia que la trata con rechazo y desidia. Sin embargo, esa coraza de mujer fuerte e inquebrantable esconde a una mujer dolida por un pasado que todavía la atormenta.
El logro de Kate Winslet es que consigue embaucarnos con su talento, provocando una relación de amor y odio con el espectador a través de una interpretación tan física como emotiva. La actriz se transforma en Mare Sheehan en cuerpo y alma, prácticamente sin maquillaje, desde sus andares, su forma de hablar (aunque vuelva a pifiarla con el acento americano), sus miradas y expresiones cargadas de intensiones incluso en los momentos de silencio. Kate desarrolla un personaje que esconde mucho más de lo que enseña y así lo transmite desde el primer momento.
Desde que conquistara al mundo como Rose tras encontrar la libertad en el hundimiento del Titanic, Kate Winslet se convirtió en una de las grandes debilidades de los cinéfilos del mundo. Su amistad con Leonardo DiCaprio, su naturalidad con la prensa y una carrera que supo dividir entre grandes producciones y apuestas más independientes, Kate ha sabido ganarnos con creces. Recuerdo cuando la descubrí antes del taquillazo de James Cameron. Fue con Criaturas celestiales y Sentido y sensibilidad. Ya desde aquel momento sentí un flechazo cinematográfico al ver cómo se desenvolvía con una ferocidad artística enmascarada de fragilidad ante la cámara. Después de Titanic comencé mi winsletmanía devorándome todo lo que hacía y convirtiéndome en testigo de un talento que pocas veces fue reconocido como merecía.
Es decir, es cierto que estuvo nominada al Óscar por trabajos maravillosos en siete ocasiones pero solo lo ganó una sola vez, por The reader (El lector), mientras que algunos de sus mejores trabajos los encontramos en producciones que han pasado más desapercibidas como el doloroso drama de 1996, Jude, o la intensa Una vida en tres días; así como películas que por más que sirvieron para darle nominaciones el gran público desconoce, como el thriller dramático Juegos secretos (Little children). Sin olvidar su maravillosa interpretación en Mildred Pierce, la miniserie de HBO de hace una década donde se entregaba al máximo a uno de sus personajes más difíciles.
Pero en 2021 llegó el momento de verla desmelando su talento como nunca. A sus 45 años y tras labrarse una carrera de tres décadas, Kate saca a relucir el poder de la experiencia en Mare of Easttown y Ammonite. En ambas se entrega por completo, desnudando sus emociones sin maquillaje y cumpliendo con una de las tareas más difíciles de cualquier actor: cargar con un personaje que reprime sus sentimientos y transmitírselos a la audiencia. Y Kate lo consigue dando una masterclass interpretativa digna de ser vista.
Con información de la agencia ‘EFE’.
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