Agencias / MonitorSur, Ciudad de México.- Después de una semana en órbita ejecutando una nueva iteración del experimento Izgib la cápsula de carga Progress MS-08 terminaba su misión desintegrándose en la atmósfera sobre una zona remota del Pacífico en la madrugada del 30 de agosto de 2018.
Izgib (curvatura) estudia las condiciones de microgravedad a bordo de la Progress durante sus maniobras para estabilizar el giro o para orientarse respecto al Sol. El objetivo es tener mejores datos a la hora de controlar la órbita de las Progress o las Soyuz y a la de diseñar experimentos a bordo de esta en los que la gravedad –o su ausencia simulada por estar en caída libre– es relevante.
La Progress MS-08 había llegado a la Estación Espacial Internacional el 11 de febrero con dos toneladas y media de carga a bordo que incluye tanto suministros para los tripulantes en forma de comida, bebida y ropa como combustible para la Estación y material para su mantenimiento y reparación así como para los experimentos que se realizan a bordo.
Y como es habitual al terminar su misión llevaba en su interior material de desecho y ya no necesario a bordo e la Estación que se desintegró con ella en la atmósfera. Es como cuando bajas la basura en casa y la llevan a una planta de incineración de residuos, pero con una nave espacial.
La próxima Progress en ser lanzada será la Progress MS-10, en octubre de 2018; mientras tanto la Progress MS-09 sigue acoplada a la EEI.
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